Productores del sector agropecuario de algunos municipios de Norte de Santander y Cesar atraviesan por una crisis que pone el riesgo de quiebra los negocios productivos.
“Estamos en la ruina”, dijo José Ramón Molina, presidente de los usuarios del distrito de riego de la Ranchería del Cesar, quien este primero de agosto decidió poner en venta sus 80 terneros,ante la ausencia de comida para los animales.
Ramón Molina solo se quedará con 30 cabezas de ganado para mantener su rentabilidad económica, pero sabe que podría perder los animales sin en poco tiempo no encuentra pasto y agua para ellos. (Lea: El verano tiene en alerta a ganaderos de Ariguaní, Magdalena)
El ganadero se declaró en la ruina por las inclemencias del verano que afecta los predios de los ganaderos en Cesar, pero sobre todo, por la falta de ayudas de los gobiernos departamentales y nacional que no han brindado apoyo a los productores.
“Nos llegó una ayuda del Gobierno correspondiente a la ola invernal pasada, imagínese lo tarde que tuvimos eso, que fueron algunos alimentos para el ganado, pero que no son suficientes”, aseguró el ganadero.
Además del verano, la caída del precio de la leche, que en la Guajira y Cesar ronda entre los $680 y $700, la disminución de la compra del lácteo, los altos costos de producción, los elevados precios de insumos y el contrabando de queso que ingresa desde Venezuela, pone a los productores a pensar si continúan o no con sus negocios ganaderos.
“Ya perdidos 4.000 cabezas de ganado por el verano. Es urgente el llamado al Gobierno, porque se juntan varios factores que nos hace vivir una calamidad. Esperamos que se pellizquen ante de que sea peor para los productores”, anotó el afectado.
De otro lado, la Asociación de Municipios de la Provincia de Ocaña y sur del Cesar manifestó que la disminución de los caudales ha obligado a los productores a bombear agua hasta las fincas para evitar que los cultivos se pierdan o sequen por completo.
El verano que azota Ocaña y el sur del Cesar desde finales de 2012 ha afectado 8.000 hectáreas de cultivos, lo que pone en jaque a más 15 mil agricultores.Ante eso, sus gastos se dispararon, puesto que solo en consumo de energía gastan $300 mil al mes.Lea: Por verano, bodega en la Guajira opera con retraso)
El reporte de los agricultores de Ocaña muestra que se han perdido cultivos de fríjol, de maíz, de yuca, de plátano, de apio, de pepino, de pimentón, de cebolla y de ají. Así lo aseguróJosé Gustavo Pérez, quien tiene una parcela en la vereda Los Llanitos en Agregó, Norte de Santander, la cual está seca.
Emiro Cañizares Plata, director ejecutivo de la Asociación de Municipios de la Provincia de Ocaña y sur del Cesar, informó que las cosechas están descontroladas. Mientras en marzo, abril y mayo cayó algo de lluvia, entre junio y julio la sequía repuntó, cuando lo normal era que a mitad de año comenzará a verse de nuevo el agua en la región. (Lea: Panorama oscuro para el sector lechero en Santander)
Los afectados solicitaron al ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Estupiñán, un incentivo de riego o la construcción de una planta de almacenamiento de agua que se utilice en época de sequía.