Ante el desplome de la estructura que une a Puerto Rico y San Vicente del Caguán y que atraviesa la quebrada Montecristo, los productores de queso y ganado en pie tienen que transportar por vía fluvial el fruto de su trabajo, incrementando los costos en que incurren.

La estructura ubicada sobre la quebrada Montecristo, que comunica a los habitantes de los municipios de Puerto Rico y San Vicente del Caguán con el centro del departamento, colapsó hace 2 semanas tras el paso de un tractocamión que transportaba petróleo, hecho que tiene seriamente afectados a los habitantes y productores de la zona, para quienes sacar sus artículos hacia Florencia y desde ahí al centro del país se ha vuelto toda una odisea. (Lea: Nuevo puente beneficiará a más de 6 mil campesinos en Boyacá)

Recurrir a motos, canoas o arriesgarse a que los camiones pasen por entre las aguas de la quebrada, son algunas de las pericias que deben hacer los pobladores de la zona, en su afán de que el queso, ganado en pie o los mismos viajeros, lleguen a su destino final.

Oscar Orozco, presidente del Comité de Ganaderos de San Vicente del Caguán, en diálogo con CONtexto Ganadero, reseñó que el daño en la estructura genera un gran problema para la economía de los productores pecuarios tanto de San Vicente como de Puerto Rico, quienes han incurrido en más gastos por conceptos de fletes para que los bovinos en pie y los derivados lácteos salgan de la región con destino a la capital del país o zonas tan apartadas como el Chocó. (Lea: Comercialización agropecuaria se beneficia por arreglo de un puente)

“En una ocasión anterior la estructura fue cerrada y nos habilitaron un puente militar de forma temporal, pero en esta oportunidad eso no ha pasado y, por lo que nos han dicho, la rehabilitación total demora más o menos 3 meses. De ser así, los más afectados son los productores y los animales, porque se van a incrementar los costos de transporte y las reses van a sufrir más con los viajes, porque muchos de los bovinos vienen de las veredas y tienen que sumar más tiempo dentro de los camiones, lo que los agota y estresa”, contó Orozco.

Por su parte, Gilberto Camacho, profesional en esta zona en Gestión Productiva y Salud Animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, aseguró que ante el cierre del puente, muchos han apelado a usar la carretera San Vicente – Balsillas – Neiva, que aunque no está en óptimas condiciones, es una de las escasas alternativas que tienen para poder comercializar sus productos. (Lea: Ganaderos pasan sus productos por puente de madera averiado)

“Cuando no llueve, es viable pasar por la quebrada Montecristo, pero como estamos en invierno, las lluvias han sido muy fuertes entonces el nivel del agua sube y muchas veces hay que esperar hasta 2 días mientras el caudal se normaliza. Pero como no se puede esperar tanto, los conductores han optado por irse por la otra carretera, que no está en buen estado y además es insegura, pero esa es la alternativa para que los productos no se queden encerrados”, sostuvo Camacho.

Este diario consultó con la Secretaría de Infraestructura departamental sobre el plan que se va adelantar con el puente, pero aseguraron que la estructura hace parte de una vía nacional, por lo cual la responsabilidad de repararlo recae sobre el Instituto Nacional de Vías, Invías. (Lea: Nuevos puentes facilitarán movilidad de alimentos en Boyacá)

CONtexto Ganadero habló con William Ramírez, ingeniero del Invías en Caquetá, quien aseguró que en 13 días estará lista una solución temporal, que consiste en un puente metálico de 45 metros que incluye una variante, medidas que servirán mientras se realiza la rehabilitación total de la estructura que colapsó.

“Según unos estudios que contrató la entidad, el puente que falló no podrá ser reparado, ya que el daño se presentó en los apoyos, razón por la cual es necesario construir una nueva conexión. Esta obra tendría un costo de $20 mil millones y tardaría aproximadamente un año y medio en estar lista, razón por la cual es tan importante que la estructura que se viene construyendo quede en óptimas condiciones, porque es la que se va a usar mientras se pone en funcionamiento el nuevo puente”, remató el funcionario. (Lea: 25 años después, Dorada y La Robada podrán comunicarse)

Los habitantes de la región esperan que el plazo que les han indicado se cumpla, pues entre más días pasan más son los gastos en los que deben incurrir. El 22 de julio estarán atentos a que la solución temporal comience a operar.