Con respecto a los datos de 2014, el inventario bovino de la región disminuyó en 9.805 cabezas en el departamento el año pasado. La situación perjudica a los productores que ven como se reducen también los índices de producción láctea. Por lo menos 900 fincas de pequeños y medianos ganaderos desaparecieron en la región costera. Los predios de grandes productores se redujeron en carga por hectárea para sostener un número de animales con menos pastos, suplementos y agua. Pedro Felipe Lora, profesional en Barranquilla de Proyectos Estratégicos del Fondo Nacional del Ganado, FNG, explicó que en visitas hechas a los predios bovinos para vacunar se confirmó que entre 800 y 900 se encuentran desocupados. (Lea: 10 razones que llevan a disminución de inventario ganadero) “En la vacunación que finalizó en diciembre en el departamentos encontramos que hay fincas desocupadas y otras que bajaron su inventario”, manifestó el profesional al explicar que la reducción es consecuencia de la ausencia de pastos y más que todo de agua. Escuche lo que dijo el profesional
Muchos productores descargaron las fincas para trasladar animales a zonas donde se hallan recursos elementales para sostener el negocio o los vendieron para sacrificio. En consecuencia, afirmó Lora, la producción láctea tropical cayó. “Si se venden vacas baja la producción de leche. Las cooperativas en promedio recogían 90 mil litros día y la semana pasada estaban en 50 mil litros. Siempre ha habido una reducción alta”, anotó. Lora manifestó que hay unas zonas más afectadas que otras ante la ausencia de lluvias, toda vez que en unos municipios no llueve hace un año y en pocos se han reportado caídas del líquido, aunque en ninguna región se compensa la necesidad del recurso para recuperar praderas, llenar pozos e hidratar a los semovientes. Ricardo Rosales Zambrano, gerente de la Cooperativa Industrial Lechera de Colombia, Ciledco, aseguró que la captación de leche se ha reducido un 60 %, por las razones que todos conocen, como son la ausencia de lluvias y la falta de una “política ganadera por parte del Gobierno”. Néstor Stave, ganadero en Sabanalarga, aseguró que la comida de reserva que sembró en su predio no alcanzará a suplir las necesidades alimenticias del hato en un par de meses y la compra de suplementos en el mercado hacen que el negocio de lechería comercial en Atlántico no sea rentable, debido a que en julio de 2015 adquirían concentrado entre 25 y $30 mil y en la actualidad está por encima de los $40 mil. Peor aún, afirmó que en muchos casos no se encuentran silo y heno, lo que muestra que además del alza de los precios, se reporta una escasez de los suplementos para los animales. (Lea: Lechería en Tolima: en crisis por disminución del 50 % en producción) Ante eso solicitó al Gobierno “que nos puedan ayudar con subsidio de materia prima porque estamos fregados. Las bodegas ganaderas de Fedegán son muy buenas. En 2015 me ayudaron bastante y ojalá este año lleguen y subsidiadas porque no aguantan las cuentas por los precios altos”.