La labor de los vacunadores delciclo de vacunación contra la fiebre aftosa que ejecuta la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) a través del Fondo Nacional del Ganado (FNG) en Santander, se ha visto afectada por la preocupante situación de orden público que enfrentan en la región. Aunque hasta el momento no se han producido interrupciones significativas en el proceso de vacunación, la presencia de grupos guerrilleros y el aumento de la violencia generan un ambiente de zozobra y angustia constante para estos trabajadores.
La situación en el sur de Bolívar
De acuerdo con una entrevista realizada por CONtexto ganadero a una fuente confidencial, en algunos municipios del sur de Bolívar los vacunadores deben lidiar con la presencia de grupos como el Clan del Golfo, las Autodefensas Gaitanistas y las FARC-ELN.
En los últimos meses se han reportado asesinatos presuntamente perpetrados a civiles por estos grupos, generando un clima de inseguridad, como el asesinato en el mes de mayo, de comerciantes y funcionarios locales al parecer a manos de las Autodefensas Gaitanistas. En Santa Rosa del Sur, se han registrado secuestro masivos, el más reciente fue a cinco funcionarios de la alcaldía por parte, al parecer, del ELN, lo cual ha aumentado el temor en la población.
La presencia de grupos armados en Nogales y Morales
En Nogales, después de 20 años de relativa calma, han reaparecido panfletos atribuídos a las FARC, lo que indica una posible revitalización de este grupo. Además, el ELN ha estado presente en la zona y ha realizado actos de violencia, como el robo de un camión recolector de leche, lo cual ha afectado directamente a los productores locales. En Morales, se han reportado casos de asesinatos que aparentemente son resultado de una supuesta "limpieza social" llevada a cabo por los grupos armados, quienes acusan a drogadictos y traficantes de droga como responsables de estos actos violentos.
La preocupación en el norte de Santander
En Arenal y Norosí, ubicados en el norte de Santander, los vacunadores también enfrentan desafíos relacionados con el orden público. La presencia del ELN, las FARC y las Autodefensas Gaitanistas en estas zonas genera temor entre los trabajadores de salud. Existe la preocupación de que se produzcan enfrentamientos entre estos grupos y de que los vacunadores se vean involucrados en situaciones peligrosas. Incluso se han reportado casos en los que los vacunadores se ven limitados en su movilidad debido a operativos militares o a la búsqueda de información por parte de los grupos armados.
La angustia constante de los vacunadores
Los vacunadores de Fedegán que realizan la ardua labor de vacunar a los bovinos en estos sectores de Santander viven con una angustia permanente debido al clima de inseguridad y violencia que rodea su labor. Aunque hasta ahora han logrado seguir con el proceso de vacunación, siempre existe el temor de ser víctimas de un enfrentamiento entre grupos armados o de ser implicados en situaciones de riesgo. La portación de un carné de identificación de Fedegán les brinda cierta seguridad al salir a vacunar, pero el miedo persiste, especialmente al regresar en la noche, cuando intentan evitar estar en lugares oscuros o regresar tarde.