Esta es una de las modalidades que más están utilizando los ladrones de ganado. Consiste en robarse una o más reses, amarrarlas, hacerles una herida en el cuello o en las patas, y luego sacrificarlas despiadada e ilegalmente para extraer la carne y dejar solo el esqueleto.   El ‘carneo’, como popularmente se conoce, es una práctica que cada vez está tomando más fuerza en diferentes regiones del país y que está afectando gravemente la economía de pequeños, medianos y grandes ganaderos.   Esta modalidad se le atribuye normalmente a los robos que cometen los grupos de delincuencia común. Los ladrones se las ingenian para efectuar el delito sin dejar indicios que permitan su captura y por lo general procuran hacerlo en las horas de la noche.   En lo que va corrido del 2016, este medio ha recibido un sinnúmero de denuncias de productores y gremios de diferentes regiones del país reportando el aumento de casos de abigeato y carneo.   Andrés Pineda, pequeño ganadero ubicado en la vereda El Milagro en Yopal, comentó que a pesar de que el robo fue de solo uno de sus animales, la pérdida fue muy grande porque era una becerra Simbrah con papeles. (Lea: 5 modalidades de abigeato que todo ganadero debe conocer)   También dijo que lo han intentado robar en otras 3 ocasiones y que por ello le ha tocado esconder los animales lejos de la carretera principal y realizar 2 conteos al día.   Escuche las declaraciones de Andrés Pineda, pequeño ganadero ubicado en la vereda El Milagro en Yopal.

“En algunos casos los bandidos obligan a los encargados de la finca a ser sus cómplices y en otros se asocian por voluntad propia. A mi becerra la amarraron, le dieron unos hachazos en las patas para que se cayera, después le dieron varias puñaladas y luego procedieron a sacar solo los principales cortes”, relató Pineda.   En cuanto a la afectación económica, el pequeño ganadero dijo que con solo un animal que le fue sacrificado la pérdida fue muy grande, porque su valor era superior a los $4 millones, lo que significa que la inversión que realizó se perdió, al igual que las ganancias que tenía proyectadas.   Agregó que los delincuentes no se preocupan por el dolor del animal ni por hacer que la muerte sea rápida, sino que la crueldad y la sevicia es lo que prima. La carne, que es lo único que quieren, se la llevan en caballos o carros hasta la carretera y luego la pasan a otro vehículo con rumbo a las famas o restaurantes económicos.   El caso de un ganadero mediano   Por su parte, Agustín Rodríguez, un mediano ganadero en la zona rural de Florencia en Caquetá, aseveró que lo sorprendente del asunto es que los robos se presenten, incluso en predios como el suyo, ubicados a 9 kilómetros del cantón Larandia, una base militar conjunta de la Fuerza Aérea, el Ejército y la Armada con más de 6.000 soldados.   El productor afirmó que con las inclemencias del clima, el caudal del río Orteguaza bajó, y esto permitió el acceso de ciertas personas del municipio La Montañita, de las que se presume son las que han estado cometiendo los robos y los casos de carneo. (Lea: Modalidad más usada de abigeato: ‘pelar’ animales y no dejar rastro)   “El impacto negativo del carneo es muy grande porque normalmente fundamentamos nuestra economía en animales de ordeño y esos son los que principalmente sacrifican los delincuentes. Con lo que producen esos ejemplares se mueve el pago de la leche y de ahí dependen todo los gastos de la familia”, anotó Rodríguez.   Los grandes ganaderos no escapan a la problemática   Carlos Longas Castro, director Ejecutivo de la Asociación de Ganaderos del Ariari, Aganar, e importante productor en la zona, también fue víctima de esta práctica y aseguró que la situación es muy preocupante porque a pesar de que las autoridades han estado trabajando, su trabajo no ha sido suficiente porque la inseguridad está por todos lados y el carneo se está presentando cada vez con más frecuencia en zona rurales.   Asimismo, Diego Martínez, ganadero ubicado en Barrancabermeja y afectado por el tema del carneo, relató que a su finca entraron unos delincuentes en las horas de la noche, amarraron un lote de 6 búfalas que tenía próximas a parir, las cuales eran de un gran valor genético, hijas de otras que habían sido importadas y que eran de origen italiano y las sacrificaron.   “A las búfalas las degollaron, les quitaron la piel y las patas y se llevaron solo la carne. Los terneros que se encontraban en sus vientres, que eran totalmente viables porque tenían 8 meses y los cuales se hubieran podido salvar, los dejaron muertos ahí en el potrero. Los canales los trasladaron en un carro 4 x 4 hasta la orilla de la carretera y luego los pasaron a un furgón y se los llevaron”, relató el afectado.   Martínez precisó que el costo de cada animal estaba cerca de los $15 millones, pero que más allá de la pérdida económica que sufrió, el daño que hicieron los delincuentes fue aún más grande porque esos eran animales irrecuperables, pues eran búfalas élite que jamás hubiera pensado en sacrificarlas para carne. (Lea: 7 cosas que no debe hacer un ganadero para evitar ser presa del abigeato)   Para evitar ese tipo de hechos, los ganaderos solicitan a las autoridades que organicen puestos de control en las zonas más apartada, los cuales deberían contar con el apoyo de vigilantes privados, con el fin de garantizar y velar por el libre desarrollo de la actividad pecuaria.   Si usted es víctima de abigeo, puede denunciar con total reserva a través del correo electrónico: antiabigeo@fedegan.org.co.