Sacrificar ganado en predios para robar sus carnes es una actividad ilegal que está en aumento en Tame. Las fincas que están más cercanas al casco urbano de este municipio de Arauca son las que se están viendo más afectadas por esta problemática.   De acuerdo con Ferley Ospina Pinto, presidente del Comité de ganaderos de Tame, el robo de ganado, específicamente el carneo, es un flagelo que lamentablemente continúa vigente en la región.   Indicó que semanalmente se roban o ‘pelan’ en promedio entre 3 y 5 animales, hechos que a pesar de que ocurren cualquier día, se presentan con más frecuencia durante el fin de semana. (Lea: 5 modalidades de abigeato que todo ganadero debe conocer)   Asimismo dijo que los predios que están ubicados en áreas cercanas al casco urbano de Tame son en los que más ocurren este tipo de robos.   Ospina Pinto informó que se presume que esa carne producto del abigeato no solo se estaría comercializando en el municipio sino que se estaría llevando a otras regiones como Yopal.   Según el líder gremial, independiente de si pelan uno o varios animales en un mismo predio, el impacto en la economía es grande y aún más si el animal que sacrifican es de alta valor genético.   Con respecto a la labor de las autoridades, precisó que estas piden colaboración a los ganaderos para que reporten los casos de robo. Sin embargo, la problemática sigue igual.   Edmond Gutiérrez, ganadero del municipio, coincidió con Ospina y expuso que los animales que se roban o sacrifican son de fincas cercanas al pueblo y añadió que hay varias razones para que esto ocurra, pero que la principal es la facilidad en el transporte. (Lea: Modalidad más usada de abigeato: ‘pelar’ animales y no dejar rastro)   “Matan las vacas en el potrero, las pelan rápidamente, dejan allí tirados los estómagos, las patas, la cabeza, la cola, el cuero, y se llevan solo la carne. Generalmente el robo lo comenten entre 2 personas que se movilizan en moto o en carro”, comentó.   Agregó que por lo general este tipo de flagelo ocurre en la noche o en la madrugada para aprovechar y poder llevar la carne a diferentes lugares donde se presume la venden: ciertas carnicerías y restaurantes del municipio.   En su opinión, el negocio resulta muy rentable para las personas que sacrifican los animales porque a pesar de que venden el kilo a un precio mucho menor que un productor, se ahorran el valor del degüello, les compran en cantidad y adquieren ganancias por algo que no les costó nada.   También apuntó que la persona de la carnicería o del restaurante que compra esta carne de origen ilegal tiene un margen de utilidad mayor, que si la adquiriera legalmente. (Lea: Abigeato está llegando a lugares donde no se presentaban casos)   Los miembros del gremio manifestaron que en la medida que se realicen controles severos en los sitios en donde se comercializa carne y se concientice a la comunidad sobre los perjuicios que puede traer comprar proteína de dudosa procedencia o sospechosamente más económica que la de otros sitios, se le podrá hacer frente en cierta medida a este flagelo que los está afectando gravemente.