A pesar de la temporada seca que en los Llanos Orientales se adelantó, en enero han caído algunas lluvias que sirvieron para mejorar los precios del ganado en la región.

Según el gerente del Comité de Ganaderos del Meta, Luis Eduardo Arias, en los últimos días han caído unos aguaceros muy importantes que los tomó por sorpresa pero que los reciben con satisfacción porque sirven para mejorar las praderas y disponer de una mayor calidad y cantidad de forraje para alimentar al ganado.

Han sido lluvias fuertes que seguramente van a ayudar para los próximos 20 días o hasta un mes lo cual es bastante para esta época del año en la que tradicionalmente no pasa esto. (Lea: Falta de pastos lleva a mayor oferta de ganado en el Meta y menores precios)

Por el contrario, es común que en estos meses el verano está en su parte más intensa, ocasionando reducción en la oferta de forraje y de alimento para los animales, lo cual lleva a que algunos ganaderos prefieran vender parte de su ganado para no incurrir en pérdidas mayores.

A pesar de algunas circunstancias adversas como esas épocas de sequía fuerte, los precios del ganado han estado favorables y como lo señala el mismo Arias están en época de “vacas gordas”.

Aunque a finales del año el precio tuvo algún descenso en esta zona de los Llanos, luego se estabilizó y así se ha mantenido siendo remunerativo para los ganaderos.

Señaló el dirigente que en estos momentos la situación de precios por la que atraviesa el Meta es muy similar al promedio de lo que pasa en el país donde no se está con aumentos pero sí se estabilizó.

De hecho en el complejo ganadero del Meta donde el macho en pie de primera se cotizaba a finales del año pasado y comienzos de este entre $7.000 y $7.100 kilo en pie, la semana pasada su precio fue de $7.300, mientras que el extra se pagó a $7.400. Así mismo, el de segunda que estaba en $6.800, ahora se consigue a $7.200. (Lea: Qué ha traído los buenos precios del ganado para el Meta)

No obstante, en el caso de las vacas se ha observado estabilidad ya que desde finales del año pasado y hasta hoy la extra se cotiza a $6.200 la extra y de ahí para bajo dependiendo de la calidad y el peso hasta $5.900.

Por su parte la novilla, que tiene un mercado importante en la región por cuenta de los asaderos que son los que más demandan este tipo de animales para su negocio por ser atractivo para los turistas, se consigue a un precio de $6.600 el kilo en pie de la extra y a $6.500 la de primera.

Los ganaderos confían que las lluvias se sigan presentando para que puedan tener suficiente disponibilidad de forraje para alimentar a su ganado en los próximos meses y así lograr que los precios se mantengan en los niveles actuales e incluso que vuelvan a subir.