En los últimos días empezaron a entregar en los límites de Arauca, Boyacá y Casanare panfletos en los que el frente José David Suárez del Ejército de Liberación Nacional decreta un paro armado del 9 de diciembre al 12 de diciembre del presente año. Ante tal situación, CONtexto Ganadero se dio a la tarea de buscar las reacciones y opiniones de los productores pecuarios de dichas regiones y de las autoridades correspondientes y conocer si la amenaza ha afectado la actividad ganadera en los 3 departamentos. De acuerdo con Andrés Marenco*, una importante persona vinculada al sector ganadero de Casanare, en la región ya es costumbre y de conocimiento público que cuando se anuncia un paro armado las personas, productores y comerciantes se abstienen totalmente de movilizarse por las vías. (Lea: Extorsiones, boleteos y chantajes perjudican a lecheros de La Macarena) “Los lugareños saben que cuando el ELN da una orden se debe respetar, las personas tienen miedo a las represalias con los miembros del grupo guerrillero puedan tomar en contra de sus vidas o de sus bienes. Cuando ellos dicen paro, aquí todo para”, explicó. Agregó que “en el caso de los ganaderos, actividades como el acopio de leche y el transporte de animales disminuye considerablemente, ellos prefieren evitar realizar sus labores cotidianas y esperar hasta que se informe que el paro se levanta”. Marenco explicó que los miembros del frente José David Suárez realizan retenes los días que dura el paro y aquellos que no cumplen la orden les inmovilizan los vehículos o se lo pintan. En cuanto a los productores pecuarios que nos han pagado la ‘vacuna’ les queman los carros o toman otras medidas más severas. Marcos Urrutia*, ganadero vinculado al sector, expresó que en varios municipios del departamento de Arauca, las personas manifestaron que las amenazas eran ciertas y la mayoría de ellos se encontraban llenos de incertidumbre al no saber cómo reaccionar ante el anuncio. (Lea: La seguridad ganadera estuvo en vilo en octubre) “La situación es preocupante porque a los habitantes del sector urbano y aún más a los del sector rural les da miedo salir a las calles. Las voces y rumores corren por todas partes, el comercio para, los locales y las escuelas cierran. Son muchas las pérdidas económicas que se generan”, apuntó Urrutia. Por su parte la situación no ha sido tan crítica en el departamento de Boyacá, así lo confirmó Damián Zapata*, quien en comunicación con este medio, comentó que hasta el momento todas las actividades siguen su normal desarrollo en la región. “La movilización es la da costumbre, las personas están trabajando como lo hacen usualmente, las actividades productivas han seguido su curso. Estamos esperando una confirmación oficial o a través de los medios y así de esta manera tomar las medidas necesarias”, apuntó Zapata. En diálogo con los medios, el coronel Adelmo Orlando Fajardo Hernández, comandante de la Octava División indicó que “luego de conocerse los panfletos de este grupo al margen de la ley se vienen adelantando diferentes concejos de seguridades en Gobernaciones y Alcaldías. Por otra parte, reforzamos la seguridad en las vías y estamos dando recompensas a quienes nos den información para neutralizar posibles actos terroristas de esta organización”. (Lea: Fedegán y Dicar establecen compromisos para mejorar seguridad) *Nombres cambiados por solicitud de las fuentes.