Preocupación, ese es el sentimiento que está invadiendo a muchos pequeños campesinos que se encuentran en el municipio de San José del Guaviare, región a la que llegó hace 2 meses la Unidad de Restitución de Tierras.   Según la información suministrada por fuentes cercanas a CONtexto ganadero, cerca de 2.500 familias que viven en la capital del departamento se verían afectadas por los procesos derestitución que pretenden beneficiar a comunidades indígenas que no han sido víctimas del conflicto.   Alfonso Martínez Aguilera, abogado de profesión pero campesino por vocación, explicó que la raíz de la problemática es la Ley 1448, a partir de la cual se desprende el decreto 4633 del 2011, que habla del tema de Restitución de los resguardos indígenas. (Lea: Uso indebido de Ley de Víctimas perjudica a dueños legítimos de tierra)   “Muchos de los predios que están pretendiendo restituir ya fueron adjudicados en el pasado por del Incoder, antiguo Incora, hace 30 o 40 años; ahora, con el argumento que son terrenos de las comunidades indígenas se los quieren quitar a sus propietarios que son pequeños campesinos”, señaló.   Según Martínez, la mayoría de campesinos de la región, entre quienes se incluye, son personas que tienen las escrituras y los títulos de los predios hace más de 30 años, incluso hay personas que han obtenidos créditos de instituciones como el Banco Agrario, con la garantía y credibilidad que da el respectivo documento de propiedad. (Lea: De víctimas de la guerra a víctimas del Estado)   Denunció que el Gobierno a través de la Unidad, pretende desconocer de la noche a la mañana esos títulos y teme que todo termine con la revocatoria del certificado de la matricula inmobiliaria y con la entrega de los terrenos a las comunidades indígenas.   Puntualizó que la Unidad afirma que lo hechos que se tendrán en cuenta deberán tener fecha posterior al primero de enero de 1991, y así lo estipula la ley, y que coincidencialmente, y es eso lo que genera extrañeza, los “casos” que se conocen coinciden todos con esa fecha, como si los hechos de violencia hubiesen empezado ese año o en el 92 y en los años anteriores no hubiese pasado nada.   “Sabemos que estos son procesos de única instancia, que se rigen por la justicia transicional, que solo tenemos 15 días para darle contestación a la demanda y hacer la oposición. Además, nos toca desplazarnos hasta Villavicencio que es donde llevan los casos. Las garantías que se dan son muy pocas porque el campesino no conoce todo lo que implica defenderse”, afirmó. (Lea: ¿Por qué el campesino tiene las de perder con la Ley de Restitución?)   William de Jesús Espinosa Hernández, miembro de la junta directiva de Corporación para el Desarrollo Sostenible de la Serranía de Lindosa y su área de influencia, Coporlindosa, aseveró que hace 2 meses han empezado a ver la presencia de la Unidad en la región, cuyos funcionarios se han acercado a veredas que pertenecen a los resguardos.   “Lo que hemos analizado es que ellos (la Unidad) están seleccionando personas y no están caracterizando como corresponde. Ellos deberían ir al predio y averiguar la procedencia, la historia y que posee persona por persona, pero eso no es lo que están haciendo”, expuso.   Agregó que la Unidad ya ha empezado a entregar cartas informándoles a las personas que están dentro de un proceso de restitución. (Lea: Familia ganadera fue víctima de un atroz despojo en Montería)   El campesino comentó que lo que él entendía, era que con la Ley le iban restituir las tierras a gente que habían expulsado por el conflicto, pero que en el municipio, ningún indígena ha sido víctima de violencia, ni ha sufrido por ese tema.   Indicó que tiene un predio, en el cual se dedica a la ganadería, que está ubicado en resguardo la María, uno de los 26 del departamento y en donde van a empezar el proceso de Restitución.   Espinosa Hernández comentó que es muy triste que una persona tenga una propiedad y una escritura de hace 30 o 40 años, y venga el Gobierno y le diga que tiene que entregar la tierra porque le pertenece a los indígenas.   “Hay personas que hablan del tema y empiezan a llorar, porque todo es muy injusto. El mismo Gobierno está generando la guerra y está haciendo que los campesinos y los indígenas empiecen a confrontarse, cosa que nunca había sucedido”, sostuvo.   También dijo que han hablado con algunos líderes indígenas y han manifestado que ellos no están reclamando tierras, situación que los lleva a pensar que detrás de la gestión de la entidad solo hay un interés por mostrar resultados, y que tienen afán de hacerlo. (Lea: Indignación por afán de Unidad de Restitución en mostrar resultados)   Los campesinos de la región están empezando a convocar encuentros y a reunirse para hablar sobre la problemática, evidenciar lo que está pasando y analizar cómo van a hacer para defenderse.