En los últimos 4 años, el número de cabezas en el departamento pasó de 347 mil a 242 mil. Según los ganaderos, esto se debió al intenso verano producido por el fenómeno de El Niño y al abandono del Gobierno.   Lorenzo Campuzano Torres* es un productor de Riohacha que se cansó de la actividad pecuaria. Después de luchar contra viento y marea por más de 4 años para sacar su negocio adelante, hoy está convencido de que no continuará con la cría de bovinos.   “Todo está muriéndose, acabándose. Es muy poca la gente que tiene grandes hatos. A mí por ejemplo solo me quedan 20 animales, de casi 200 que tenía”, contó. (Lea: Ganaderos de La Guajira están a punto de desistir de la actividad)   Aunque admitió que sus semovientes están en buen estado gracias a las lluvias de los últimos días, Campuzano resolvió poner la finca en venta junto con los bovinos porque prefiere dedicarse a su profesión como funcionario de una entidad gubernamental.   “Ya me cansé de perder plata. Estoy arriesgando todo el patrimonio de mis hijos para nada. El Gobierno le da incentivos a todos los gremios menos al ganadero. Todo el mundo está vendiendo pero nadie quiere comprar”, añadió.   Como él, muchos ganaderos han decidido cambiar de negocio porque se convencieron que el Ejecutivo nunca les prestará la atención que requieren. (Lea: Ganaderos en Baja Guajira se sienten desamparados por el Gobierno)   Así lo aseguró Román Cepeda Márquez*, ganadero en Distracción y profesional del sector pecuario, quien reconoció que las ayudas del Gobierno han sido escasas.   “El Ministerio de Agricultura ha repartido suplementos bovinos a través de las Alcaldías pero aquí falta mucho apoyo. Lo que ha llegado, llega muy tarde con muchas demoras y atrasos”, señaló.   Debido al abandono del Estado, los ganaderos tuvieron que vender sus ganados durante el verano intenso que se prolongó más de 4 años por la intensificación del fenómeno de El Niño. (Lea: Radiografía de La Guajira: la ganadería podría desaparecer)   En 2012, el departamento alcanzó a albergar más de 347 mil animales. Sin embargo, desde ese momento la estadística empezó a declinar. Para finales de 2015, había 282 mil cabezas y según cifras del primer Ciclo de Vacunación de este año, se contaban 242 mil semovientes, con lo cual se evidencia una reducción del 30 % en el inventario bovino.   Para José Ramón Molina, gerente de la Cooperativa Multiactiva Agropecuaria e Industrial de La Guajira, Cooajira, estas cifras deben evaluarse cuando se entreguen los resultados del segundo Ciclo de Vacunación, que inició el pasado 8 de noviembre y debe concluir el 22 de diciembre.   “No creo que sea el 30 %. Sí hay una reducción (del inventario bovino) pero no creo que sea ese porcentaje. A raíz de los 4 años de verano, a la gente le tocó salir de su ganado y eso afectó ostensiblemente. Cuando se cumpla el Ciclo, tendremos un reporte oficial de cuál es el inventario total de la ganadería de La Guajira”, sostuvo.   Cepeda también fue optimista y explicó que si bien los ganaderos tuvieron que vender sus reses o trasladarlas a otras regiones, con el inicio de la temporada invernal y una mayor disponibilidad de alimento y agua, algunos habían a sus fincas.   Aun así, el dirigente de Cooajira reconoció que muchos productores han optado por dejar el negocio pecuario, en vista de las pérdidas económicas tan grandes que han sufrido y la falta de interés del Gobierno por recuperar el campo del departamento. (Lea: Abandono de Gobierno también toca la ganadería en La Guajira)   “Estos 4 años de verano acabaron con la ganadería del departamento. Nosotros recibimos ayuda de comida que el Ministerio suministró a través de Fedegán, y este año por medio de los municipios”, declaró.   No obstante, tanto Molina como Campuzano reclamaron un apoyo estructural al sector pecuario de la región, pues es evidente que la escasez de agua, sobre todo en la Alta Guajira, es uno de los factores que más afectan la producción.   “Aquí no hay incentivos de parte del Estado, para crear forrajes ni cultivos de ninguna clase. No necesitamos alimento, lo que pedimos son pozos y reservorios de agua en las fincas para poder sostenernos durante el verano”, afirmó Campuzano.   * Nombres cambiados a petición de las fuentes