La producción agropecuaria de municipios como Campoalegre, Rivera y Algeciras, está en peligro por cuenta de las precipitaciones. Los ganaderos piden ayudas en materia de alimentación y agua potable para los semovientes. El clima que en los últimos meses viene padeciendo el departamento del Huila tiene asombrados a los productores de esa zona del país. Contrario a lo que se esperaba, la región no ha vivido las usuales sequías de principio de año, sino que se han presentado fuertes aguaceros y prolongados días veraniegos, hecho que había permitido que las pasturas se recuperaran de gran forma. (Lea: Cambio climático afecta cada vez más a los ganaderos del país) No obstante, el pasado miércoles los habitantes de Campoalegre, Rivera y Algeciras vivieron el aguacero más fuerte de los últimos 30 años. La fuerza de las aguas ocasionó el desbordamiento del río Frío y el afluente atravesó algunas vías principales de dichas poblaciones. Ese hecho tiene seriamente afectada la producción agrícola y pecuaria del sur del departamento que apenas estaba en recuperación tras el fenómeno de El Niño que vivió Colombia en 2016. Yanira Plazas, representante legal de la Asociación de Ganaderos de Rivera dejó ver su preocupación ante lo ocurrido, pues son pocos los productores que cuentan con reserva de alimentación para sus semovientes y afrontar una emergencia de esa naturaleza. Todos venían aprovechando ese intervalo de 15 días soleados por uno o 2 de lluvias para sembrar pastos de corte y maíz forrajero. (Lea: Disminuye producción láctea en Fúquene por inundaciones atípicas) Agregó que hasta el momento ninguna autoridad se ha comunicado con ella para conocer los daños del sector que hasta ahora no han sido cuantificados, por lo que pidió ayudas especialmente para aquellos empresarios cuyos predios se vieron afectados por las inundaciones. “Lo más grave es que el acueducto de Rivera quedó prácticamente destruido. La bocatoma provenía del río y de ahí muchos productores abastecían sus sistemas con el recurso, por lo que deberán esperar al menos un mes mientras se adelantan las reparaciones. En materia de comida solo queda un poco pasto de corte para alimentar a los semovientes, por lo que la situación es crítica”, afianzó. En tanto, Juan Carlos Castañeda, director ejecutivo de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, en su seccional Campoalegre, aseveró que hasta el momento desconocen la cantidad de hectáreas afectadas por cuenta de las inundaciones, pero si calificó como “grave” el daño que ocasionaron las fuertes precipitaciones que cayeron sobre la población el pasado miércoles. (Lea: Ganaderos de Cauca se encuentra en alerta por temporada de lluvias) Castañeda sostuvo que antes del temporal habían sido sembradas al menos 1.500 hectáreas de las 5.000 disponibles para el cultivo del grano, ya que los arroceros venían aprovechando las condiciones climáticas favorables y la buena oferta de agua para obtener una buena cosecha durante el primer semestre de 2017. “Las bocatomas que van a los cultivos están taponadas debido al desbordamiento del río Frío, por lo que será necesario usar maquinaria agrícola para reparar esos daños. Sin embargo, aún no se sabe cuántas hectáreas están afectadas, ese es el censo que venimos haciendo”, resaltó. Este diario quiso conocer la opinión de José Ricardo Villareal, secretario de Agricultura y Minería del Huila, de cara a las ayudas que arroceros y ganaderos van a recibir por parte de la administración departamental, pero su asistente se rehusó a darnos un número de contacto para hablar directamente con el funcionario. (Lea: Lluvias irregulares en el Caribe terminan afectando al sector)