Gracias a un convenio que adelantó la Secretaría de Agricultura departamental de la mano del Ministerio del ramo, se lograron mejorar las praderas, la nutrición de los semovientes y aumentar la capacidad de carga de diferentes fincas ganaderas del Casanare. 98 pequeños y medianos productores pecuarios de Orocué, Yopal y Hato Corozal se vieron beneficiados por este proyecto y de esta manera lograron constituir su propio banco de semillas al interior de sus predios y renovar sus pasturas. Según explicó Alexis Duarte, secretario de la cartera Agropecuaria de Casanare, el programa se enmarcó en el proyecto de Pares del convenio entre el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. En el departamento se escogieron a 98 ganaderos para entregarles un banco de semillas que les permitiera el mejoramiento de las praderas de sus fincas. (Lea: 6 pasos para elegir bien las semillas forrajeras) “El objetivo era mejorar y producir 2 hectáreas en los predios de cada ganadero. La preparación del terreno, correctivos del suelo, fertilizantes y herbicidas para el control de malezas, fueron actividades que se realizaron dentro de la ayuda que recibió cada beneficiario”, explicó el secretario. Añadió que “en contraprestación, los ganaderos destinaron el área de la finca que se trató, el cercado del terreno para delimitar el banco de semillas y también la mano de obra para realizar el procedimiento”. Como parte del programa, se llevó a cabo un ciclo de capacitaciones sobre el manejo de praderas, alimentación de bovinos y la rotación de pasturas. Se buscó que fuera un proyecto integral y de gran impacto. (Lea: 35 ganaderos de Casanare producirán la comida para sus animales) Se priorizaron los pequeños y medianos ganaderos de Orocué, Yopal y Hato Corozal, este último por ser uno de los municipios con mayor hato ganadero del departamento. Las regiones de la sabana fueron seleccionadas debido a que sus terrenos son muy estériles y producen poca materia orgánica. Hugoberto Huertas, profesional en Casanare en Gestión de Proyectos Estratégicos del Fondo Nacional del Ganado, FNG, administrado por la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, explicó que el proyecto buscó establecer los bancos de semillas en donde no abundaran las pasturas bien producidas y de esta manera pudiera contribuir en el mejoramiento de la capacidad de carga de las fincas ubicadas en la zona de sabana. “Indudablemente el proyecto fue beneficioso porque pequeños y medianos productores quedaron con una fuente de semilla para ir multiplicándola poco a poco con el paso del tiempo. Además, con el material vegetal podrán seguir mejorando las pasturas de sus predios y con ello la alimentación de sus animales”, comentó Huertas. (Lea: Semilla de cebada le sigue el paso al cambio climático) Las semillas que se establecieron fueron brachiaria humidícola y brachiaria decumbes, que son las que más aceptación tienen por parte de los ganaderos y las que mejor responden a las condiciones de los suelos del departamento.