1.100 predios con 8.300 bovinos del Valle de Ubaté, zona lechera de Cundinamarca, podrían perder la certificación en brucelosis que obtuvieron en 2014. Los pequeños productores aseguraron no tener el dinero necesario para lograr la recertificación. El proyecto de certificar pequeños predios bovinos como libres de brucelosis bovina, se adelantó durante 2014 con recursos de la Gobernación de Cundinamarca pero no se destinó el capital necesario para adelantar el proceso de recertificación que se hace al siguiente año como exigencia de la autoridad sanitaria. Patricia Escobar, presidenta de la Asociación de Ganaderos, Asogán, señaló que se requieren $120 millones para el cubrimiento de los semovientes que están en riesgo de perder la certificación durante este mes. Si se logra adelantar el proceso de toma de muestras de sangre a los animales, lo antes posible, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, otorgaría la recertificación por 2 años más. (Lea: Gobierno e industria láctea pueden acabar con crisis en Colombia) Los $120 millones que se requieren se destinarían a desarrollar todo el proceso de pruebas que tienen un costo por animal cercano a los $60 mil. Según Escobar, por tratarse de pequeñas ganaderías, los campesinos han asegurado no disponer del capital, aunque se espera que entidades como la Cámara de Comercio de Bogotá y los mismos productores den un aporte. “Estamos al borde de perder la certificación”, confesó la representante de Asogán que añadió: “se me pasó el año y no he podido conseguir los recursos. El año pasado se les hizo la certificación gratis. Acá todo es suplicando y con cambio de Gobernación y Umata corre el tiempo y no tenemos quién financie todo”. Ernesto González Cely, médico veterinario y profesional del Fondo Nacional del Ganado, FNG, administrado por Fedegán, expuso que la certificación de 1.100 predios como libres de brucelosis bovina fue un paso adelante que se dio para mejorar las condiciones sanitarias de la región y posicionar la leche de la cuenca en el mercado nacional. De paso le dio una mano al país en busca de ser libre de esta enfermedad de control oficinal. Anotó que el sentir de los ganaderos en el Valle de Ubaté ha sido de tristezas en 2015 por escasez de agua, pasturas y la disminución de los precios del litro de leche que desestabilizan el negocio. (Lea: 40 asociaciones reciben dotación para mejorar su producción láctea) “La certificación fue un logro muy importante porque fueron pequeños ganaderos los que la obtuvieron y eso es como el 18 % del ganado de Valle de Ubaté. Allí se tienen 90 mil bovinos”, acotó el profesional. Escobar puntualizó que esperan que entidades privadas y públicas puedan aportar recursos y evitar que el logro alcanzado el año anterior se pierda.