Desde que el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, fue designado por el Gobierno en 2012 para trazar el inventario bovino del país, apenas se ha identificado el 14,8 % del hato nacional. La cifra refleja el evidente retraso del programa.   La apertura de mercados como el de Estados Unidos para la carne de res está detenida hasta que no se cumplan varios requisitos, entre ellos la identificación animal de cada uno de los bovinos localizados en los predios ganaderos de Colombia.   La trazabilidad es un requisito obligatorio para exportar carne sobre todo a Europa y Estados Unidos. Sobre este punto, el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, aseguró que “no existe trazabilidad a medias” y que el proceso debe hacerse de forma integral.   La meta que se propuso el Gobierno Nacional es abrir estos mercados y otros como Canadá, Chile, China, Indonesia e Israel para aumentar las ventas externas de USD44 millones a USD444,5 millones. (Lea: Trámites de guías y trazabilidad ya no estarán en manos del ICA)   Al respecto, José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganadero, Fedegán, ha insistido en que las deficiencias en trazabilidad animal han perjudicado los avances en el proceso de seguimiento y control de la producción cárnica así como la comercialización a potenciales compradores.   “Sin trazabilidad animal eficiente y la puesta en marcha del Decreto 1500, no se podrá ingresar a esos mercados que son los que mejor pagan y a los que debemos llegar con nuestra carne”, subrayó.   Si bien el Decreto ya entró en vigencia, aún falta mucho para lograr la identificación del hato nacional. De hecho, si Colombia contara con admisibilidad sanitaria a Estados Unidos y la Unión Europea, solo en 2016 se habrían podido vender más de 14 mil toneladas de carne de res, a más de USD3 por kilo de novillo gordo.     No obstante, el país sigue retrasado en la trazabilidad del inventario bovino y por consiguiente, en la exportación de la proteína roja a mercados tan importantes como Norteamérica y la Unión Europea. (Lea: Consideran contradictorios anuncios del MinAgricultura sobre trazabilidad)   A finales de 2012, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural asumió el control del Sistema Nacional de Identificación e Información del Ganado Bovino, Sinigán, que la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, administraba desde 2007 y lo puso en manos del ICA, que renombró el programa como IdentifICA.   En aquella ocasión, la entidad sanitaria del país se puso como meta trazar 2 millones de animales durante el año siguiente, con lo cual se esperaría que pasados 4 años, ya se hubieran puesto más de 8 millones de chapetas.   Sin embargo, a corte de octubre de 2016, se han identificado 3 millones 421 mil 101 cabezas de bovinos, lo que indica que se han trazado menos de 860 mil rumiantes cada año. (Lea: Ganaderos celebran que ICA no siga encargado de trazabilidad bovina)   A este paso, los más de 19 millones de animales que faltan tendrán sus dispositivos de identificación en un poco más de 23 años, algo que dista del objetivo que se puso el Gobierno como meta para 2018.   Aunque este año hubo un aumento en el número de animales trazados, los ganaderos del país siguen quejándose por la ineficiencia del ICA y la escasez de funcionarios y de presupuesto para cumplir esta labor.   Desde todas las regiones del país, los productores han expresado sus quejas por las demoras del instituto, e incluso en muchas zonas han reportado que el programa está detenido por completo. (Lea: ICA solo ha trazado 9,8 % del hato animal de Colombia)   De hecho, el mismo ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri Valencia, reconoció la lentitud del programa y en septiembre de este año anunció que los trámites de expedición de guías sanitarias y trazabilidad serían tercerizados. En noviembre, volvió a pedir al ICA “mayor celeridad” en el proceso de identificación animal.   El sector ganadero reclama con urgencia que se delegue esta función a una entidad que cumpla en un tiempo adecuado la trazabilidad de todo el inventario bovino del país, sobre todo si el Gobierno Nacional pretende lograr la admisibilidad sanitaria y aumentar las exportaciones de carne de res en 2018.