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En Bolívar se encuentran por lo menos 350 mil cabezas de ganado, entre los animales de la zona y los que han llegado de diferentes regiones del Caribe en búsqueda de pastos y agua para sobrellevar la época de verano. La muerte de rumiantes no se ha hecho esperar. Al sur del departamento, en Magangué, se encuentran las ciénagas que siempre han atraído a las ganaderías en época de sequía. Esta opción ha cambiado ante la reducción del caudal y los pocos pastos que crecieron. En este momento hay 300 mil animales en riesgo de mortandad, según contaron a esta redacción varios afectados. Germán Orlando Mercado Peña, profesional del Fondo Nacional del Ganado en Magangué, afirmó que 150 mil bovinos provienen del sur del Cesar, Magdalena y Sucre, los cuales se suman a 150 mil más de Bolívar. Cada uno de ellos se localiza en 100 mil hectáreas de playón, donde crece el pasto alrededor de la ciénaga. Sin embargo, hoy penan por comida y, sobre todo, por agua. “En época de verano se llevan el ganado para allá (ciénaga) porque escasea la comida en la sabana. Sin embargo, ahora mismo todo el mundo está revuelto porque se están agotando la comida y el agua”, manifestó Mercado Peña. (Lea: Ganaderos de Sucre desisten del negocio y se dedican a la finca raíz) Aunque en la ciénaga aún queda agua, explicó el profesional en salud animal, no se recomienda que los rumiantes beban el líquido que queda allí por encontrarse a altas temperaturas, lo que podría afectar la salud de los semovientes. Escuche las palabras de Mercado Peña
De otro lado, Pedro Salas, ganadero en la región, aseguró: "venimos de veranos extensos desde el año pasado y este es más crítico”. Señaló que en la región se hace trashumancia, pero se ha dado un inadecuado manejo a la medida porque el ganado se saca a un pastoreo continuo. “No solo es un problema de pastos, sino de no tener agua. Los humedales están secos”, indicó. Para el mediano ganadero, la sequía se convirtió en una "emergencia alimentica", que los ha obligado a buscar pozos subterráneos ubicados en zonas lejanas desde donde extraen el agua. "Esto es un caos”, confesó. (Lea: Más de 35 mil bovinos han muerto por en Colombia producto del verano) Habla Pedro Salas de la situación actual
Solicitan ayuda
De igual forma, dijo que la muerte de animales se debe a la escasez de comida en la región. Una opinión similar compartió para este medio César Badrán, ganadero en Magangué,para quien la ciénaga que hoy tiene un caudal bajo terminará por sercarse del todo. Reiteró que necesitan ayuda del Gobierno Nacional.
“Penamos por la difícil situación del intenso verano y el fenómeno de El Niño. Llevamos 3 años muy secos. El extremo es que ya se secaron las represas y pozos donde bebían las reses”, describió el ganadero afectado.
Germán Orlando Mercado Peña recordó que en febrero llegaron 200 toneladas de silo para los 1.400 pequeños y medianos productores de la región. Se entregó una tonelada a cada ganadero y en menos de 5 días el alimento no se hallaba en bodega ni en las fincas porque no alcanzó a cubrir las necesidades nutricionales de los hatos. En consecuencia, apuntó, se necesitan por lo menos, y con “urgencia”, 500 toneladas para igual número de productores que padecen por la sequía. (Lea: La región de San Jorge y La Mojana está apunto de secarse) Badrán, por su parte, recalcó que las ayudas del Gobierno “se han quedado cortas” y aun cuando hay algunos pastos en la zona baja de Bolívar, en la sabana no se ve un solo potrero verde y en poco tiempo la ciénaga estará igual.