Los productores bovinos, preocupados por el temor de un nuevo desbordamiento del afluente, piden planes de contingencia para contrarrestar una eventual crisis.

Los ganaderos de las regiones de San Jorge y La Mojana, y los municipios de Guaranda, en Sucre, y San Jacinto, en Bolívar, están alerta por el riesgo que tienen sus predios ante una posible inundación.

Y es que los productores en estas zonas del país ya no saben a qué atenerse con relación al estado del tiempo: apenas están tratando de recuperarse de las consecuencias que en la región dejó la intensa y prolongada sequía y ya enfrentan la amenaza de una posible inundación producto de la crecida del Río Cauca. (Lea: Un videojuego para sobrevivir a las inundaciones)

"En el primer semestre perdí las cosechas con las que alimentaba a mis reses por verano y ahora temo a que me suceda lo mismo por las inundaciones", afirmó José Domingo Almanza, ganadero de la región.

Desde el mes de abril, funcionarios de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, realizaron recorridos por toda la rivera del río Cauca, desde Guaranda hasta Caucasia, y denunciaron la fragilidad del sistema de taponamiento que tanto le ha costado al país.

"No se necesita ser ingeniero para saber que lo que hicieron está mal hecho. Basta con solo mirar para darse cuenta que las cosas no se hicieron bien y que en los mismos puntos queda el riesgo latente de un ingreso del río a la zona. Por eso, es necesario que se realice, lo más pronto posible, planes de contingencia para mitigar el impacto negativo de un desbordamiento", aseguró Darinel Regino Ricardo, funcionario de Fedegán. (Lea: Producción láctea de Atlántico aún siente rezagos de ola invernal)

De producirse lo que se teme en la región, los más damnificados serían los productores bovinos, pues en la zona se cuenta con un censo aproximado de 350 mil semovientes que difícilmente resistirían la embestida de las aguas.

Guaranda, con el agua en los pies

Algunas calles del municipio de Guaranda amanecieron desde el pasado 31 de agosto anegadas por la filtración del agua procedente del Río Cauca, el cual se encuentra en su nivel de cauce máximo.

De acuerdo con Nadir David Tapia Cárdenas, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal de Fedegán, el punto más crítico es el chorro conocido como ‘Cara de gato’, ubicado en el municipio de San Jacinto. (Lea: Trashumancia obligada de los ganaderos en Ayapel)

“Este jarillón se encuentra erosionado por la presión del agua. Si el desbordamiento se hace realidad, estarían siendo afectadas por inundaciones las veredas Galvadá, San Mathías, El Humo, El Portón, La Sierpita y Los Arrastres. Un verdadero desastre a nivel agropecuario”, acotó Tapia Cárdenas.

La zozobra es permanente en la región que está a la espera de que algún estamento se apersone del tema, que trabaje en medidas preventivas y que no sea necesario estar en medio de una tragedia para que alguien les preste atención.