Mientras en regiones como la Orinoquía las lluvias llegan cada vez con más fuerza, en el departamento del Cesar la sequía y el hambre ha llevado a los ganaderos a ingeniarse formas para sobrellevar el complicado verano por el que atraviesan.
Como en muchas regiones del país, el verano en el Cesar se ha prolongado durante una larga temporada que dio inicio en octubre de 2018 y se ha extendido hasta la fecha. A raíz de esta problemática, los ganaderos de la región han buscado diferentes formas para sostenerse y afrontar los tiempos difíciles que están padeciendo en sus fincas. (Lea: 3 municipios de La Guajira ven morir al ganado de hambre y sed)
La preparación en periodos de lluvia es la primera alternativa que tienen los trabajadores pecuarios a la hora de sostener la productividad en sus predios, pues en los últimos años, el departamento ha sufrido fuertes veranos que los ha obligado a sembrar sus cultivos y aprovechar la temporada de invierno que se presenta durante el año, para así cosechar y poder alimentar los animales en tiempos de sequía.
David Hernández, presidente del Comité de Ganaderos de Codazzi, sostiene que desde el año pasado se preparó para esta época, sin embargo, son muchos los productores que “tienen graves problemas de alimentación, baja producción en leche y en carne debido a que no hay forraje verde y mucho menos seco por la temprana llegada del verano en la región de la costa norte”.
La segunda alternativa a la que han recurrido los productores de la región es la implementación del sistema de riego dentro de sus ganaderías, que a pesar de los altos costos eléctricos que implica el uso de esta tecnología, genera el crecimiento de los pastos, lo que se convierte en alimento para sus ejemplares. (Lea: Pautas para lograr un almacenamiento seguro)
Eduardo Orozco, ganadero de la ciudad de Valledupar, afirma que “la implementación del riego en las fincas es una de las mejores opciones que ellos tienen para sostenerse durante un fuerte verano, pero al que pocos pueden recurrir por los altos costos de producción y mantenimiento”.
La última alternativa que han usado los propietarios de fincas es la compra de alimento para los animales en las ciudades cercanas como Córdoba, donde han producido considerables cantidades de comida que les ha permitido sostenerse y vender a otros ganaderos. No obstante, ha implicado que en el Cesar tengan que cubrir los costos de las provisiones y el transporte para que no se muera de hambre el ganado.
“A la gran mayoría de los ganaderos les ha tocado comprar silo, heno y semillas de algodón para darle tortas de palmiste a los animales para que se mantengan y no se mueran de inanición” manifestó el dirigente del Comité de Ganaderos de Codazzi. (Lea: Ante MinAgricultura fueron gestionados proyectos para el Atlántico)
Finalmente, los productores de la región solicitaron al Gobierno Nacional que las ayudas sean cada vez en mayores cantidades y más frecuentes, pues no están siendo suficientes para abastecer a todos los afectados por el verano que atraviesa el Cesar y temen que las pérdidas sean más altas comparadas con años anteriores.