Hasta el momento, hay más de 25 mil hectáreas afectadas por las conflagraciones. Árboles, sabana nativa, pastos mejorados, cercas y animales silvestres, es el saldo de las llamas. Los fuertes vientos y las altas temperaturas tienen en alerta roja a 17 municipios de Casanare por alta incidencia de incendios de la cobertura vegetal. Conforme al último boletín de condiciones hidrometeorológicas actuales 0213, emitido por el IDEAM, los municipios propensos a sufrir deflagraciones por sus condiciones climáticas son: Aguazul, Chámeza, Hato Corozal, Maní, Monterrey, Nunchía, Orocué, Paz De Ariporo, Pore, Recetor, Sabanalarga, San Luis de Palenque, Támara, Tauramena, Trinidad, Villanueva y Yopal. (Lea: Incendios forestales tienen en alerta a la Orinoquía) De acuerdo con la estadística del año inmediatamente anterior, el número del 2019 ya casi alcanza la cantidad de hectáreas afectadas durante todo el verano del 2018, la cual ascendió a 30.408 ha. Las alcaldías junto con sus organismos de socorro, continúan redoblando esfuerzos para apagar las deflagraciones, que en su mayoría son generadas por prácticas culturales inequívocas (quemas controladas de potreros y conucos), que se les salen de las manos a los campesinos y deben recurrir al apoyo de los bomberos. Ante el recio verano, la Coordinación Departamental de Gestión del Riesgo y los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo continúan generando conciencia en la población, y conminando a la comunidad a evitar todo tipo de incendios. (Lea: Preocupación en Casanare por la quema indiscriminada de pastos) "Tenemos gran catidad de incendios forestales, pero también ya son 17 los incendios estructurales que han dejado sin vivienda o sin enseres a familias. Por ello se debe tener todo tipo de cuidado para proteger nuestro bienestar y nuestro medio ambiente", mensaje de Leonardo Barón, coordinador Departamental de Gestión del Riesgo.