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Foto: eurocarne.com

El uso de robots en la alimentación porcina ayuda a reducir costos y ganar en eficiencia.

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Uso de robots en porcicultura ayuda a reducir costos de alimentación

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

La automatización de procesos como la alimentación de porcinos contribuye a ser más eficientes con la cantidad que se suministra y reducir el desperdicio, sin que ello implique desplazamiento de mano de obra.

Ganar en eficiencia y reducir costos es uno de los principios básicos de cualquier negocio y por eso la innovación y la tecnología están entre los principales aspectos a tener en cuenta. Es el caso de la porcicultura en Brasil donde pensando en la automatización se diseñó un robot que distribuye el alimento a los animales, logrando un ahorro de más de 37 toneladas por año, de acuerdo con información de Embrapa.

Además, la innovación digital ahorra tiempo y esfuerzo físico a los ganaderos permitiéndoles dedicarse a administrar las granjas. El robot es uno de los resultados de la alianza entre Embrapa Porcina y Avícola y la empresa Roboagro y demuestra que la digitalización en el campo no quita el lugar a las personas.

El robot se encarga de distribuir el pienso en las instalaciones dedicadas a la ceba de los cerdos, tarea que se repite de tres a cinco veces al día. No sustituye a las personas que trabajan en la creación, ya que el ojo humano es fundamental para controlar el funcionamiento de la máquina, indica una nota del portal eurocarne.com

El robot dosificador de pienso aumenta la eficacia de uno de los puntos más críticos en la explotación porcina, permitiendo controlarlo y medirlo diariamente. “Sabemos que perder o ganar dinero con los cerdos está muy ligado a cómo el productor gestiona el alimento. El robot garantiza que esta tarea se realice de la manera más eficiente posible día tras día, sin fluctuaciones en el manejo, siempre y cuando el productor se dé cuenta de que necesita trabajar de forma complementaria a la máquina”, señala Osmar Dalla Costa, investigador de Embrapa Porcino y Avícola. (Lea en CONtexto ganadero: El sector porcino crecerá en 2024 en Latinoamérica según el USDA)

Trabajar junto con la máquina significa, precisamente, observar lo que sucede en las instalaciones, analizar si algo no es lo esperado y tomar acciones para corregir aquello que se salga de la norma aplicada. Así es como el productor y la máquina logran la precisión. “Ya tenemos alrededor de mil robots trabajando en el campo. A partir de esta experiencia, puedo decir que estamos ayudando al productor a alcanzar un nivel de precisión en el manejo de la finca que antes no era posible”, dice Giovani Molin, de Roboagro. Según él, el robot hace que el productor deje de ser un “cuidador de animales” y se transforme en un verdadero administrador de granjas porcinas.

Estudios recientes de innovación realizados por Embrapa Porcino y Aves sobre la introducción de robots en la producción porcina brindan una ventana interesante para vislumbrar cómo la automatización ayuda a construir un nuevo mundo rural. “La lógica detrás de este cambio es lo que ya estamos viendo que hacen los robots. Reducen la carga de esfuerzo físico de los productores y permiten a las personas involucradas en la producción animal observar y pensar más en lo que sucede en las instalaciones”, añade Dalla Costa.

Los estudios también muestran que los robots adaptados para servir alimento en comederos lineales con tramos en el fondo de los corrales pueden ahorrar hasta 37,6 toneladas de alimento por año en tres lotes de mil cerdos de engorde. “Encontramos que cada animal consume 12,5 kg menos de alimento para alcanzar el mismo peso de sacrificio cuando el robot está configurado para servir el alimento de manera controlada en comederos lineales con tramos en la parte inferior, en comparación con el sistema anterior”, revela el investigador.


Así se logra el ahorro


Los ahorros, según Dalla Costa, están relacionados principalmente con la reducción de residuos y la mejora de la conversión alimenticia porcina. "Hemos comparado el sistema de suministro de pienso con robots y alimentadores lineales con tramo inferior y el sistema de alimentación controlado con otros cuatro sistemas de distribución", explica. (Lea en CONtexto ganadero: Estos son los 3 modelos de negocios para la cría de cerdos)

Los robots también optimizan el uso del alimento por dos razones más. En primer lugar, facilitan la distribución controlada del alimento a lo largo del día. Tratar a los animales en el momento adecuado y en los intervalos recomendados aumenta la conversión alimenticia (calculada a partir de la cantidad de pienso consumido por cada kilogramo de carne adquirido por el animal), factor decisivo para conseguir buenos resultados en la ganadería porcina.

En segundo lugar, los robots registran y ponen a disposición toda la información necesaria para gestionar el pienso servido a los animales. La emisión de informes diarios de consumo de pienso también ayuda a adoptar un enfoque preventivo en la gestión de los lotes de cerdos. “El consumo de alimento revela si la parvada está evolucionando como se esperaba. Cualquier anomalía destacada en los informes diarios se puede resolver con antelación”, añade Dalla Costa.

El robot distribuidor de pienso funciona, en la práctica, como un “vagón con baterías sobre rieles”. Las vías se colocan en los pasillos de las naves donde se guardan los cerdos y permiten al robot entrar y salir de las instalaciones sin dificultades. Un solo equipo puede tratar hasta cuatro naves, con uno o más puntos de suministro de pienso.

Un solo equipo puede alimentar hasta 3.000 animales al día. Aunque existe cierta flexibilidad para adaptar el robot a las necesidades de cada granja, la recomendación es que las parvadas más grandes reciban más de un equipo. (Lea en CONtexto ganadero: Qué es lo más importante en una granja de cerdos)

Para que el robot dé los resultados esperados, es necesario reprogramarlo constantemente, adaptando la distribución del alimento a la curva de crecimiento de los animales. Esta nueva rutina exige que los productores asocien el conocimiento informático (para calibrar el robot) con estándares de gestión (para comprender las necesidades de los animales según pesos y edades).