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investigaciones para el síndrome reproductivo y respiratorio en cerdos

Foto: porcicultura.com

porcicola

Innovación genética promete salvar la industria porcina

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

La aprobación de cerdos resistentes al síndrome reproductivo y respiratorio porcino podría ser un punto de inflexión para la industria porcina.

En diciembre de 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) marcó un hito al aprobar el primer animal genéticamente modificado para uso alimentario y terapéutico humano, los cerdos GalSafe. (Lea en CONtexto ganadero: Prevenga el Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino)

Estos animales fueron diseñados para no producir una molécula de azúcar específica que causa reacciones alérgicas en personas con síndrome alfa-gal, que es una grave alergia a la carne roja. Tres años después, en 2023, la Universidad Estatal de Washington logró introducir cerdos editados genéticamente en la cadena alimentaria para la elaboración de salchichas estilo alemán.

Aunque la autorización fue de carácter investigativo y limitada a cinco animales, este avance demostró que la edición genética puede generar rasgos deseables de forma rápida, mejorando la producción alimentaria de manera segura.

De acuerdo al medio National HogFarmer, en 2025, la industria espera con ansias la aprobación de un cerdo resistente al virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS), una tecnología que podría transformar la producción porcina al reducir pérdidas económicas y mejorar la salud en las granjas de cerdos.

Este virus PRRS ha sido identificado como la enfermedad más costosa para la industria porcina en Estados Unidos. Según un análisis de la Universidad Estatal de Iowa, entre 2016 y 2020 este virus generó pérdidas anuales estimadas en $1.2 millones, un aumento del 80% en comparación con la década anterior.

Esta enfermedad provoca problemas respiratorios en cerdos de todas las edades y dificultades reproductivas en los animales de cría. Además, su control se complica debido a la rápida evolución del virus y la efectividad limitada de las vacunas existentes.

Según National HogFarmer, desde que investigadores de la Universidad de Missouri identificaron en 2015 la proteína CD163 como el receptor que permite la entrada del PRRS en los cerdos, se han realizado esfuerzos para desarrollar cerdos resistentes al virus mediante edición genética. La tecnología ha sido licenciada a Genus PIC (empresa global de genética porcina), que busca comercializar en líneas élite de porcinos.

En ese orden de ideas, aunque países como Brasil y Colombia han emitido dictámenes positivos, la mayoría de los mercados de exportación de carne porcina estadounidense (61%) no cuentan con procesos formales de aprobación para la edición genética en animales.

Christine McCracken, analista principal de proteínas animales en Rabobank, destaca que la aprobación en mercados clave como México y Corea del Sur es fundamental para la comercialización de esta tecnología en Estados Unidos. Sin una clara aceptación regulatoria, las inversiones en nuevas tecnologías podrían verse limitadas.

En 2023, las exportaciones de carne de cerdo estadounidense generaron $7.6 mil millones de dólares, representando el 26% del consumo total de carne porcina en el país. México, que depende de las importaciones para casi la mitad de su consumo de carne y alimento, constituye el 38% de las exportaciones de cerdo de Estados Unidos.

Sin embargo, el historial de regulaciones restrictivas en México, como la prohibición de cultivos genéticamente modificados en 2018, representa un desafío adicional.

Un obstáculo más de la adopción de cerdos resistentes al PRRS es la percepción pública. Según lo mencionado National HogFarmer, una encuesta reciente asegura que menos del 20% de los consumidores estadounidenses comprende la diferencia entre la edición genética y la modificación genética.

Este bajo nivel de conocimiento dificulta la aceptación de los productos derivados de esta tecnología, especialmente porque los beneficios directos para los consumidores, como la reducción de enfermedades, sin difíciles de cuantificar. (Lea en CONtexto ganadero: Avances genéticos en la resistencia a enfermedades respiratorias porcinas)