En la Finca El Recuerdo, ubicada en La Gran Vía, en la zona bananera del Magdalena, se ha logrado establecer un modelo sostenible y eficiente al integrar su producción de banano orgánico con la crianza de cerdos. Esta innovadora estrategia ha permitido al propietario, Álvaro González Mitchell, optimizar los recursos disponibles en su predio, contribuyendo al cuidado del medio ambiente y mejorando la rentabilidad de sus cultivos.

En una entrevista para CONtexto Ganadero, González explicó cómo ha logrado fusionar ambos sistemas productivos: “Integramos la parte agrícola con la parte pecuaria”. La finca, que exporta semanalmente 2.5 contenedores de banano, de los cuales el 70% es orgánico, también se dedica a la producción de mango Keitt en 50 hectáreas, mientras que otras 50 hectáreas están destinadas al banano orgánico. Adicionalmente, la finca cuenta con una granja porcina que alberga alrededor de 2.200 animales, incluyendo 240 madres.

Uno de los aspectos más destacados de esta integración es el aprovechamiento de los residuos generados por la producción porcina. “Los residuos de los porcinos se nos volvieron una solución”, afirma González. En la granja porcina, los desechos de orina y excrementos se canalizan hacia biodigestores, donde se produce biogás. Este biogás es utilizado para la cocción de alimentos tanto en la casa principal como en la cocina de los empleados de la finca. Además, los biodigestores generan biol, un fertilizante orgánico que se utiliza en la fertilización de los cultivos de banano mediante el sistema de fertirriego, lo que ha permitido reducir la compra de fertilizantes químicos.

El proceso no termina allí. Los sólidos restantes de los residuos porcinos se convierten en compost, que se utiliza como abono orgánico sólido en los cultivos. Este enfoque circular no solo ha permitido optimizar el uso de recursos en la finca, sino que también ha generado beneficios ambientales significativos.

La Finca El Recuerdo también ha dado pasos importantes hacia la sostenibilidad energética. Actualmente, se está instalando un sistema de paneles solares de 30 kilovatios para generar energía renovable, lo que contribuirá a la reducción de la huella de carbono de la finca.

González también ha emprendido esfuerzos de reforestación en su finca, donde anteriormente se había registrado deforestación en algunos cerros. Gracias a la creación de una reserva forestal de 42 hectáreas, la fauna local ha comenzado a resurgir, demostrando el impacto positivo de estas acciones en la biodiversidad del área.

El modelo implementado en la Finca El Recuerdo es un claro ejemplo de cómo la integración de distintas actividades agrícolas y pecuarias puede llevar a una producción más sostenible y eficiente, beneficiando tanto al productor como al medio ambiente.