El reconocimiento de los signos de celo en las cerdas y la implementación de métodos efectivos para su detección son habilidades esenciales para cualquier productor de cerdos. La observación cuidadosa y el uso de técnicas adecuadas aseguran que las cerdas sean inseminadas en el momento óptimo, lo que lleva a una mejor fertilización y mayores rendimientos en la producción porcina.

Jorge Morales, experto en producción porcina, explica que existen unos signos físicos que muestran los cerdos que indica su estado de celo. “Entre esos signos está que la vulva de este animal se le hincha o agranda. Esto aplica solo para los porcinos primerizos o para los animales que tengan su segundo parto”.

Este signo va acompañado de secreciones vaginales, pues durante el celo, las cerdas pueden presentar una secreción mucosa clara y pegajosa en la vulva. La presencia de esta secreción es un indicador fiable del estro. De acuerdo con Morales, “este líquido debe ser transparente y no debe tener ningún color amarillento. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué características favorables ofrece la crianza de cerdos?)

En ese orden de ideas, la cerda cambia un poco su comportamiento porque a menudo se muestran muy inquietas, desesperadas o hasta intranquilas.

Estos animales en celo reflejan un comportamiento de monta entre ellas. Si una cerda permite que otras cerdas la monten o intenta montar a otras, es probable que esté en celo. Seguido a esto, existen ocasiones en la que algunos porcinos disminuyen su consumo o ingesta de alimentos.

Además, si se tiene acceso a un macho, la presencia de este puede inducir signos de celo en la cerda. Una cerda en celo exhibirá una postura de lordosis, caracterizada por el arqueo de la espalda y la rigidez del cuerpo, cuando es presionada sobre el lomo. Esta es una señal clara de receptividad sexual.

Según Morales, otro de los signos físicos de estos animales cuando están en celo es el aumento de la vocalización, “pues comienzan a hacer sonidos, chillidos y ronquidos, además que muerden la jaula o el lugar donde se encuentren”.

Esto quiere decir que estos animales se vuelven más activos de lo habitual y aumentan su movimiento y exploración dentro del corral. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca las medidas ideales para corrales de cerdos I)

“Estos signos son muy presentes. Sin embargo, existe uno que es muy importante y que indica que la cerda está en celo y, por lo tanto, que se puede inseminar. Este está relacionado con el momento en el que se le hace presión sobre el lomo y este animal se queda totalmente inmóvil. Es aquí cuando esta cerda está lista para realizar los procesos de inseminación”, describe Morales.

Esta detección del celo debe ir acompañado por medio de una estimulación del operario, porque a veces no solo basta con observar los signos, sino que se necesita una estimulación como la mencionada anteriormente para confirmar el periodo de celo del animal.