Pese a que el presidente Gustavo Petro firmó ante notaría que durante su gobierno no iba a aplicar la expropiación, bastaron ocho meses para que incumpliera su promesa y ya volvió a amenazar con utilizar esa figura para acceder a la tierra y cumplirle a las Farc.

El mandatario culpó al Congreso de la República y señaló que “el Congreso de la República, hoy, en sus Comisiones Económicas quitó el artículo que permitía comprar la tierra sin expropiarla, sin expropiarla para poder entregársela al campesinado colombiano. Ahora solo queda vigente un artículo en la ley y es que hay que expropiar. El mismo Congreso de Colombia quita el artículo que permitía una negociación suave, pacífica y obliga —si se quiere cumplir el Acuerdo de Paz— expropiar a quienes tienen la tierra. Yo no entiendo si el Congreso de Colombia quiere guerra”.

La afirmación la hizo el Presidente Petro al participar en la entrega del predio ‘La Calera’, ubicado en zona rural del municipio de Zarzal (Valle del Cauca), que beneficiará a 39 familias para generar seguridad alimentaria en la región.

Sostuvo que “ya no podemos esperar más. Brindamos opciones de pacto. Hablamos con Fedegan, les dijimos que comprábamos la tierra que nos ofrecieran libremente. No ofrecieron sino 200 mil hectáreas. Y no en la tierra fértil, sino en la frontera con Venezuela, por el lado del Vichada. Les dijimos a los latifundistas podemos, si ustedes nos venden la mitad de su hacienda, meter un crédito en la otra mitad de la hacienda para que sean más productivos, para que sus ganaderías sean más gordas, para que tengamos más vacas en menos tierra. Y lo otro lo entregamos al campesinado. Nada. Nada”.

Durante el evento también se fue contra el Congreso y dijo que “esa misma clase política tradicional es la propietaria de la mayor parte de la tierra. No se eligen campesinos al Congreso, se eligen terratenientes. Y eso se debe, no porque ellos sean muchos –indudablemente el campesinado es mucho más que el número de terratenientes–, pero no votan por sí mismos, votan por los terratenientes. Compran el voto. Las necesidades de comprar, de coger esa platica rápida para hacer un mercado, lleva a que el Congreso de la República esté integrado por este sector social que llamamos los latifundistas, improductivos, y no por el campesinado de Colombia, que bien podría elegir buena parte del Congreso de la República”. (Lea: Sigue en riesgo la propiedad privada con las expropiaciones)

Movimiento de masas

Así mismo y volviendo a sus discursos de campaña, incentivando a la rebelión, manifestó que “aquí faltan dos cosas, porque o nos vamos del Gobierno y que vuelvan los señores latifundistas a gobernar este país y nos lo llenen de falsos positivos y de sangre —que es lo único que saben hacer— o hacemos un pacto social, que es lo que propusimos. Pero un pacto social, no para que el pueblo se quede en silencio o que aplauda el que lo excluyan o que aplauda que no le permitan hacer las reformas sociales. Necesitamos un pacto social en el que convivamos todos en un proceso en el que más igualdad se pueda construir y crear, donde más equidad pueda haber”.

Añadió que “a pesar del triunfo electoral cuando le dijimos al pueblo del estallido social cálmense, que vamos a resolver esto por las buenas y en las urnas, pues el pueblo del estallido social fue a las urnas se calmó. Pero ahora están burlando las decisiones de las urnas y eso no debe ser. Hay una oportunidad aún, tanto del Gobierno como de la sociedad colombiana, para que a través del diálogo y del pacto se puedan hacer las reformas sociales del cambio que incluyan a la sociedad colombiana toda la prosperidad”.

Así mismo arengó a la protesta campesina al decir que “hay una oportunidad aún, tanto del Gobierno como de la sociedad colombiana, para que a través del diálogo y del pacto se puedan hacer las reformas sociales del cambio que incluyan a la sociedad colombiana toda la prosperidad. Pero aquí se necesita decisión del Gobierno, audacia del Gobierno, y se necesita un movimiento campesino que se levante en la dignidad. Si el campesinado de Colombia sigue bajo el silencio, nos llevan a la esclavitud. Si el campesinado de Colombia se organiza, se moviliza, exige sus derechos, yo pienso que vamos hacia la democracia, libertad y la paz”.

El Jefe de Estado, además, hizo referencia a la necesidad de que el Gobierno se declare en emergencia para sacar adelante las soluciones que requiere el pueblo colombiano. “Yo pienso que el Gobierno debe declararse en emergencia. Significa que día y noche los equipos del Gobierno estén trabajando en cómo bajar el precio de los alimentos, en cómo entregar tierra al campesinado, en cómo tener más alimentación sembrada y por tanto menores precios, porque esto es un punto fundamental de la paz”, resaltó. (Lea: ‘Hay una estrategia simulada que busca la expropiación de tierras’, afirma senadora)

Artículos están vigentes

Contrario a lo dicho por Petro para justificar la expropiación, los artículos del Plan Nacional de Desarrollo que hacen referencia a la propuesta del gobierno de hacer pagos de tierras con mecanismos extraordinarios para aterrizar la reforma agraria, están vivos, según informó lasillavacia.com

Dichos artículos no se hundieron. Ni siquiera se debatieron a fondo en las mesas técnicas para hacer la ponencia del segundo debate.

Se trata de los artículos 55 y 56 del texto aprobado en primer debate (48 y 49 en el proyecto original). Se refieren a las competencias que le da a la Agencia Nacional de Tierras (ANT) para que acelere la compra de tierras para entregarlas a campesinos. Es decir, para aterrizar la reforma rural agraria pactada en el acuerdo de La Habana.

Esos artículos estuvieron en discusión en la mesa técnica del 10 de abril, según la bitácora del PND. Sin embargo, ese día no se le hicieron modificaciones de fondo y solo de forma porque nadie puso el tema sobre la mesa. Sí hubo proposiciones de modificaciones para ampliar las competencias de la ANT, pero como no se abrió la discusión por parte del DNP, no se debatieron ni se votaron cuando era el momento, señala el portal.