Miguel Ángel Lacouture Arévalo en su más reciente columna de opinión expone el nueve de marzo tuvo la oportunidad en Valledupar de asistir a la socialización del acuerdo entre Fedegán y el Gobierno Nacional.

“De lo expuesto allí me quedó claro el papel que juega el gremio ganadero como ‘facilitador, coadyuvante’, para que la oferta pública de compra de tierras por parte del Estado sea difundida con el mayor número de ganaderos propietarios de tierras fértiles, productivas”, dice Lacouture Arévalo. (Lea: Arrendar tierras: política, rentabilidad y recomendaciones)

Todo esto, teniendo en cuenta que estas tierras serán distribuidas por el mecanismo legal que escoja el gobierno entre campesinos con vocación agropecuaria sin tierras o insuficientes, para adelantar un proyecto productivo capaz de sacarlos de la economía de mera subsistencia mediante la entrega en propiedad o nudapropiedad y se cultiven, produzcan alimentos, materias primas suficientes para paliar el hambre a la cual se está viendo abocada la Nación.

El columnista afirma que quedó claro, las áreas priorizadas para compra de tierra son el Magdalena Medio y la Costa Atlántica, allí se harán los mayores volúmenes de compra de inmuebles.

Igualmente, no podrán ser tenidas en cuenta las tierras con problemas de título de propiedad o el modo de adquirirla, es decir no son tierras sujetas para el proceso de adquisición, aquellas que estén inmersas en cualquier tipo de reclamación legal como restitución de tierras o aún adquiridas de buena fe, con fallas o falsa tradición.

En este espacio en Valledupar se esclareció que tampoco se tendrán en cuenta las tierras que, aun siendo fértiles, no tengan sistemas de drenaje para evacuar inundaciones. Tampoco serán objeto de compra las tierras que estén fuera de la frontera agrícola.

Todo esto, teniendo en cuenta que como menciona el profesional, “el pago se hará en efectivo mediante transferencia bancaria a la cuenta del titular del derecho de propiedad o mediante bonos del tesoro, siempre que así lo desee el vendedor, al valor comercial determinado por entes especializados sin que quepa discusión alguna sobre los precios dictados unilateralmente, es decir, lo toma o lo deja”.

En ese orden de ideas, es clave recalcar que durante esa reunión se destacó que el director de la agencia de tierras no va a perseguir los bienes inmuebles ofertados que tengan problemas en la titulación, contraponiéndose abiertamente al deber que les incumbe a los funcionarios públicos de denunciar cualquier irregularidad que se detecte en los procesos que se les encargue, exponiéndose a “incurrir en el delito de prevaricato por omisión”, como menciona Lacouture Arévalo.

Para el experto, desde esta perspectiva solo queda recomendarles a los productores que hagan el favor, a cuenta de su peculio, estudio de títulos, serio y confiable antes de asumir la responsabilidad de acudir al llamado que hace el gobierno para la adquisición de tierras. (Lea: Reforma agraria: Nadie puede disponer de lo que no se posee)

De acuerdo con Lacouture Arévalo, existen muchos incisos de este tema que no le quedan claro como el hecho de no saber qué se entiende por tierras fértiles, si la calidad de la tierra o la infraestructura o paquete integral.

Tampoco entiende “qué tanto aboga el dr. José Félix Lafaurie en los motivos de acercarse a firmar el convenio de facilitador. En mi sentir, debe entenderse tierras fértiles como aquellas que cuentan desde ya, con la infraestructura integral de riegos y drenajes, vías de acceso, mercados circundante cercanos, que ofrezcan la transformación de las materias primas, garantizados y población para su consumo que logren impacto en el corto plazo en el alto costo de la canasta familiar básica”.

A esto se suman que el mismo profesional dice que, durante la reunión en Valledupar, no esclareció el tema de los núcleos productivos, siendo un punto fundamental para la opinión pública.

“En mi sentir, no es más que la concentración de fierras fértiles con una vocación especifica de cultivos particulares para producir de manera eficiente y abundante cultivos que allí se dan, con menores inversiones y mayores producciones y calidad, la expansión de tierras homogéneas en la producción de un cultivo”. Menciona Lacouture Arévalo.

Finalmente, este profesional y productor colombiano comenta que, así como fue planteada la compra de tierras en la reunión, no es más que la entrega de un título a campesinos, sin la oferta de infraestructura que solucione de una vez por toda la miseria en que sobrevive la población rural.

“No es con proyectos productivos temporales que se logrará la estabilidad socioeconómica de la población, es la integridad, la infraestructura permanente, la que llevará a la estabilidad socioeconómica en el mediano y largo plazo”, concluye Lacouture Arévalo.