El gobierno volvió a presentar un nuevo proyecto de reforma laboral, luego que el anterior fuera hundido en la anterior legislatura, aunque este tampoco tuvo en cuenta lo propuesto por gremios, empresarios o centros de estudio.

Entre los aspectos que se mantienen y donde se hace énfasis es en la contratación a término indefinido y se reitera que otro tipo de contratos, como los de prestación de servicios, no serán válidos para tareas que son permanentes en las empresas.

Se conservan las medidas de protección para garantizar la estabilidad laboral reforzada, aplicables a individuos con respaldo sindical, personas con discapacidad, mujeres embarazadas y pre pensionados. Bajo esta medida, estas personas solo podrán ser despedidas si existe una justa causa o una causa legal.

Aumento de costos

Uno de los cambios fue el de la jornada laboral nocturna, que es una preocupación para el comercio, principalmente, que realiza actividades en la noche y que se le incrementan sus costos. La propuesta del gobierno es que se considera jornada nocturna entre las 7 de la noche y las 6 de la mañana, en el proyecto anterior era desde las 6 de la tarde.

Otra de las preocupaciones de los empresarios por el costo que implica y que no se tuvo en cuenta es el recargo para el pago de dominicales y festivos, pues se sigue proponiendo que sea del 100 %. De aprobarse el proyecto como fue presentado, el incremento gradual empezaría a implementarse desde julio de 2024, con un recargo dominical y festivo de 80 %. En julio de 2025, este recargo sería del 90 % y desde julio de 2026 empezaría a aplicarse el recargo pleno del 100 %. (Lea en CONtexto Ganadero: Reforma laboral del gobierno sigue inquietando a empresarios y comerciantes)

Dentro de las novedades de la iniciativa está la cotización a la seguridad social en tiempo parcial. Esta posibilidad se define para tipos de vinculaciones como plataformas de reparto, contratos agropecuarios y micronegocios, como sería el caso de los tenderos.

Mayor formalidad

De esta manera, al igual que en la primera propuesta permanece la iniciativa de formalizar a quienes trabajan usando plataformas digitales de reparto (como DiDi Food y Rappi). Sin embargo, las diferencias con el primer documento es que se deja a libertad la escogencia de la relación que tendrá la empresa con el trabajador, es decir, si por las dinámicas conviene que este sea dependiente o independiente.

En relación con el trabajo de periodistas, comunicadores, personal de producción, audiovisual, radial y prensa escrita, el proyecto establece que se deberán respetar los límites máximos de la jornada laboral, otorgar los pagos adicionales correspondientes, además de dar un día compensatorio por trabajar el domingo.

Para los campesinos también habrá contratos agropecuarios para aquellos que empiecen a laborar en el sector rural. Dentro de su remuneración deberá incluir: prestaciones sociales, beneficios legales como primas, auxilios, subsidios y vacaciones.

Los trabajadores informales, como coteros, carperos y braceros, tendrán la posibilidad de cotizar a pensión y riesgos laborales sin la obligación de pagar salud cuando sus ingresos sean inferiores al salario mínimo.

Las practicas o contratos de aprendizaje deberán ser remunerados y “en ningún caso, deberá ser inferior al salario mínimo legal mensual vigente, o del estipulado en convenciones colectivas o fallos arbitrales”. (Lea en CONtexto Ganadero: Banco de la República y empresarios alertan por efectos negativos del proyecto de reforma laboral)

La norma también plantea la regulación del teletrabajo y dependiendo de la nómina se establece un porcentaje de empleados que laboren de forma virtual. De esta manera, aquellas empresas que en su nómina tengan de 20 a 50 trabajadores promoverán la implementación de las diferentes modalidades de trabajo a distancia, como mínimo de un 5 % de sus puestos de trabajo; las que tengan de 50 a 200 empleados,por lo menos un 10 %; y, más de 200 trabajadores, un 15 % de sus puestos de trabajo existentes.

Dentro de la reforma laboral se prevé que la duración de la jornada será de ocho horas al día con un máximo de cuarenta y dos horas semanales. La jornada máxima semanal podrá ser distribuida, de común acuerdo, entre empleador y trabajador en cinco o seis días a la semana, garantizando siempre el día de descanso y sin afectar el salario.

Gremios por fuera de consulta del gobierno

Gremios como la Andi y Fenalco fueron de los primeros en pronunciarse y rechazar este nuevo proyecto por inconveniente. El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, manifestó que “como miembros de la Comisión Tripartita de Políticas Laborales le habíamos solicitado formalmente al Ministerio que citara a una reunión para debatir un nuevo proyecto. Esto no sucedió”.

Añadió que “el gobierno deberá presentar al Congreso y al país la evaluación de la propuesta sobre empleo, informalidad e impacto fiscal. No podemos cometer el error de dejar a miles y miles de familias sin empleo. La responsabilidad con ellas es inmensa”.

Por su parte el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, calificó como una equivocación la radicación del proyecto. “Aunque estamos analizando minuciosamente los artículos adicionales que introdujo el Gobierno, es importante resaltar que no fuimos tenidos en cuenta para la construcción de este proyecto. De hecho, ni siquiera fue convocada la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, escenario principal para debatir este tema tan importante para el país”. (Lea en CONtexto Ganadero: La próxima reforma laboral debe considerar la realidad del país)

Sostuvo que este proyecto está basado en el mismo documento presentado durante la legislatura pasada y no tiene en cuenta las sugerencias de diferentes sectores que generan empleo formal en el país.

“Creemos, como lo hemos dicho, que es momento de una verdadera concertación que solucione principalmente el desempleo y la informalidad”, concluyó.