En su intervención durante la cumbre de ministros que se llevó en la pasada edición de Agroexpo, la ministra (e) de Educación Constanza Alarcón sostuvo que el Gobierno formulará una política de largo plazo, con una hoja de ruta de 10 a 15 años para impulsar la educación inclusiva.

Según explicó la funcionaria, una persona que vive en el casco urbano tiene en promedio 9,7 años de escolaridad. En cambio, en el área rural tiene menos de 6 años, lo que evidencia la grave brecha entre los niveles de educación.

“Respecto a la educación media, una etapa vital para jóvenes entre 13 y 15 años, mientras que la cobertura urbana está en 47 % (que sigue siendo un reto muy importante), para la zona rural está alrededor de 31 %”, precisó. (Lea: En los colegios se debe enseñar a los niños a tomar leche)

En cuanto a la educación superior, el 41 % los jóvenes en área urbana puede continuar el ciclo, en tanto que en el sector rural, este porcentaje se reduce a 22 %. Asimismo, la oferta de este nivel está casi exclusivamente dirigida hacia los estudiantes de las ciudades.

Aun así, el mayor reto que se ha planteado el Gobierno en materia educativa es la atención a la primera infancia (los menores de 6 años). En la actualidad, debido a la falta de opciones y las condiciones de muchas familias, los niños están comenzando a estudiar a partir de los 7 u 8 años.

“La brecha se cierra cuando hay políticas sólidas de atención integral a primera infancia, de allá es donde vienen los mayores niveles de retorno económico, y el campo no es distinto”, indicó Alarcón. (Columna: Juventud, tecnología y educación, claves en la transición agrícola)

Además de las dificultades como la pobre infraestructura o los largos desplazamientos, factores como la violencia y el narcotráfico han hecho que los niños no reciban una enseñanza formal o que privilegien estas actividades. Por eso, el Gobierno se ha comprometido en diseñar una política integral para el sector rural que incluye, entre otros, los siguientes puntos:

1. Mayor atención a los maestros: La funcionaria señaló la importancia de brindarles condiciones dignas para que puedan prestar sus servicios en el campo. También se implementará el Banco de Excelencia para elegir a los profesores que irán a zona rural, pero privilegiando el arraigo, esto es, que no tengan que desplazarse tantas horas.
2. Mejores condiciones para la educación, a través de un Plan de Alimentación Escolar (PAE) mucho más sólido. Como sostuvo Alarcón, el presidente Iván Duque duplicó los recursos para este programa, y hoy en día se invierten más de $2,5 billones al año. Sin embargo, Alarcón argumentó que el PAE rural es distinto del urbano, porque las prácticas de consumo y convivencia son distintas.

“El plan de alimentación tiene que pasar por una lógica mucho más cultural, de producción local, permitir mover cadenas cortas de comercialización”, añadió la ministra encargada. (Lea: Nueve ministros de Duque explicarán en Agroexpo las apuestas para transformar el campo)

Otros elementos serán la lucha contra el analfabetismo y la apuesta por una formación de calidad para los adultos con el fin de que puedan insertarse mejor en el mundo laboral, así como los avances en la prestación del servicio de transporte escolar.