La reciente difusión de un proyecto de decreto reglamentario del artículo 61 del Plan Nacional de Desarrollo (PND) ha generado un intenso debate y preocupación entre los actores del sector agropecuario en Colombia. Este proyecto no solo otorgaría mayores competencias a la Agencia Nacional de Tierras (ANT), y establecería nuevas causales de extinción de dominio de predios rurales, lo que ha suscitado inquietudes en los ganaderos.
El temor a la expropiación se acentúa
Uno de los elementos centrales en este debate es la incertidumbre que el proyecto de decreto ha traído consigo y que es visto como un cambio de las reglas de juego.
Gilberto Estrada, un ganadero de Santander, expresa preocupación por las implicaciones del proyecto.
Para Estrada, y muchos otros ganaderos, existe el temor de que las tierras sean expropiadas, lo que afectaría significativamente el patrimonio y capital de los propietarios actuales. Esta inquietud no es nueva y se ha intensificado con la presentación del proyecto de Decreto. Indica que “ese era el temor que teníamos desde antes de que Petro fuera presidente, que nos expropien y quiten lo que tenemos por dárselo a otro”.
José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán, es uno de los voceros más destacados en el debate sobre este proyecto de decreto. En su columna de opinión, publicada en CONtexto ganadero, Lafaurie expresa sus reparos frente al proyecto y lo describe como un "dilema extorsivo".
Señala que el proyecto de decreto va en contravía de un acuerdo previo entre Fedegán y el Gobierno, el cual tenía como objetivo facilitar la compra directa y voluntaria de tierras para la reforma agraria. Este acuerdo fue considerado como un paso importante hacia la paz territorial y, según Lafaurie, el nuevo proyecto de decreto envía un mensaje contrario a los compromisos previamente establecidos.
Jaime Contreras, un ganadero con raíces familiares en Chinú, Córdoba, agrega su perspectiva al debate. Contreras apoyó inicialmente el acuerdo con Fedegán para la compra voluntaria de tierras. Sin embargo, subraya que las implicaciones del proyecto de decreto actual son significativamente diferentes a lo que se acordó inicialmente, “nosotros apoyamos el acuerdo con Fedegán, porque sabemos que hay ganaderos interesados en vender, pero es muy distinto a lo que ahora están diciendo” dice y sugiere que, si bien la idea de una reforma agraria puede ser apoyada, las formas y métodos propuestas en el proyecto de decreto pueden generar preocupación y rechazo entre los propietarios rurales.