En numerosas ocasiones, durante el tiempo que estuvo como titular de la cartera agropecuaria, Aurelio Iragorri Valencia se dedicó a atacar a la Federación Colombiana de Ganaderos, afectando al sector y desconociendo el legado del gremio de más de 50 años. Cuando recién se posesionó, en agosto de 2014, el funcionario transmitía confianza con su estilo de gerencia, pues como ministro del Interior logró conjurar los paros que se suscitaron en 2013. A raíz de este hecho, fue nombrado ‘el hombre del diálogo’. Uno de los primeros gremios con los que se reunió fue Fedegán, entidad que visitó en septiembre de ese año, atendiendo la invitación de la junta directiva. Luego de ese encuentro, José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo del gremio, aseguró que este cambio traería cosas positivas para el sector ganadero. “Transformaremos este sector y quiero hacerlo con ustedes. Voy a hacer todo mi esfuerzo para que el sueño de un mejor campo se haga realidad en Colombia”, anunció el jefe de la cartera agropecuaria en ese momento. En noviembre, durante el 34° Congreso Nacional de Ganaderos, Iragorri Valencia estuvo presente en representación del presidente Santos y aprovechó para reiterar su apoyo al sector e hizo diversos anuncios para trabajar en favor del gremio ganadero. Al empezar 2015, Iragorri Valencia fue claro y dijo “pasamos de la habladera a la sembradera”, recalcando la necesidad de fortalecer las entidades del MinAgricultura, facilitar trámites y brindar mejores servicios, de donde salieron iniciativas como los Planes de Articulación Rural (Pares) y la plataforma Interactiva Referencial de Intervenciones Sociales (Iris), entre otras. El Ministerio y Fedegán trabajaron de forma mancomunada en el programa de suplementación bovina, para asistir a los productores pecuarios afectados por el fenómeno de El Niño que acabó con los forrajes y las reservas hídricas. Gracias a la gestión del gremio cúpula de la ganadería, entre marzo de 2015 y marzo de 2016, se entregaron 32 mil 241 toneladas de suplementos. La Federación ejecutó el 97.7 % del programa, beneficiando a más 27 mil ganaderos en todo el país. La entrega incluyó un subsidio de transporte del 100 % para garantizar que el producto llegara a las regiones más apartadas y necesitadas. (Lea: Así fue el cambio de discurso de Aurelio Iragorri con Fedegán) Sin embargo, ese año también se vieron hechos inusuales. Primero, cuando el contrato para administrar el Fondo Nacional del Ganado, FNG, concluyó el 31 de diciembre de 2014, el Ministerio lo prorrogó por 3 meses hasta marzo, y luego por 9, hasta diciembre de 2015. La razón para hacer estas cortas prórrogas (en lugar de 10 años, como lo estipula la ley) se debió, según la cartera, a que “los compromisos asumidos por el gremio en el plan de manejo del Fondo se han venido ejecutando de acuerdo con el cronograma pero hay otras acciones que requieren de más tiempo para cumplir con los requerimientos que exige la Contraloría General de la República, por lo cual se decidió extender el contrato por nueve meses más”. Entre estos, se habló de implementar acciones para generar una “mejor estructura democrática, transparencia, visibilidad de la imagen corporativa de los fondos y representatividad de los productores”. Los ajustes se aprobaron en el último Congreso Ganadero y se estaba ejecutando de acuerdo a las exigencias del Ministerio de la Contraloría General de la República, por lo cual no habría duda que el contrato volvería a extenderse por los 10 años que originalmente estaban estipulados. Pero eso no fue así. El ‘raponazo’ Así han calificado los dirigentes gremiales y expertos del sector a la decisión del Ministerio de Agricultura de quitarle el manejo de los recursos parafiscales a Fedegán, luego de 22 años de una administración impecable. El 29 de diciembre de 2015, 2 días antes de vencerse la prórroga por 9 meses, el Gobierno expidió el decreto 2537 de 2015, redactado con el único fin de despojar al gremio cúpula del FNG y de designar a Fiduagraria como la nueva administradora. Esta norma incluyó como causal para la asunción temporal del manejo de contribuciones parafiscales por parte del Ministerio, la admisión en el proceso de reorganización en los términos la Ley 1116 de 2006. (Lea: Ministro Iragorri arremete nuevamente contra Fedegán) En agosto de ese año, Frigoríficos Ganaderos de Colombia, Friogán S.A., y el Fondo (como socio mayoritario) habían sido admitidos bajo esta ley, para reorganizar a la empresa debido a sus deudas con los bancos, que se habían acumulado por problemas como el cierre de la frontera con Venezuela y los continuos aplazamientos al Decreto 1500 de 2007, que regula las plantas de beneficio. El ministro Iragorri fue puente para facilitar el ingreso de ambas entidades, e incluso aseguró que el FNG se admitía para proteger los recursos parafiscales. Por eso, aprovechó esa situación para usurpar el FNG a la Federación, lo que generó el rechazo de los gremios ganaderos de todo el país. A partir del 1° de enero de 2016, la relación empezó a deteriorarse y el ministro Iragorri comenzó sus ataques, con el único fin de afectar a Fedegán. En abril, decidió relevar al gremio como operador del ciclo de vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis, a pesar del éxito que tuvo el programa de la mano de las asociaciones de productores y el FNG, y con el cual Colombia obtuvo el estatus de país libre de la enfermedad (hoy en día suspendido). En cambio, Iragorri Valencia decidió eliminar esa intermediación de la Federación y entablar una relación directa entre su Ministerio y los comités locales. Para contarles sobre este cambio, citó a los dirigentes gremiales a una reunión a puerta cerrada y dejó por fuera a Fedegán. Allí reveló cifras erradas sobre los recursos que se invirtieron cuando el gremio estuvo al frente del proceso de la aplicación del biológico. Afirmó que bajaría el precio de la vacuna y que aumentaría la contraprestación para los comités. Un mes más tarde, luego de varios desplantes de Iragorri y del viceministro de Asuntos Agropecuarios, Juan Pablo Pineda, nunca se pudo reunir la junta directiva del FNG y Superintendencia de Sociedades ordenó la liquidación del Fondo. Con esto, se perdió uno de los mayores logros del sector y el ‘baluarte’ de la ganadería colombiana. “Esta enorme pérdida para la ganadería tiene nombre propio, y no solo el sector sino el país entero deben saberlo. El país debe saber que fueron Aurelio Iragorri y su instrumento, Juan Pablo Pineda, actual viceministro de Asuntos Agropecuarios, quienes con su arrogancia y abuso de poder provocaron la liquidación del Fondo Nacional del Ganado”, sentenció en aquel entonces el presidente ejecutivo de Fedegán. Los ataques se intensificaron durante todo el año. En septiembre de 2016, durante Expo Agrofuturo, el ministro lideró una intervención donde atacó nuevamente a la Federación, y descalificó la gestión del FNG y el Fondo de Estabilización de Precios, FEP, en su tarea de buscar nuevos mercados para exportar carne. “No se trata de ir a los países a pagar hoteles de primera y repartir volantes de segunda sin ni siquiera llevar muestras de lo que producimos, la intención es que se dé un intercambio comercial efectivo. La apertura de 14 nuevos mercados para los productos cárnicos es una muestra de que las cosas sí se pueden hacer”, declaró. En cambio, se mostró favorable a la creación de la Nueva Federación Ganadera, NFG, un gremio paralelo constituido en el marco de ese evento para generar más división entre los ganaderos. Luego, en noviembre, durante un encuentro de la NFG, que contó con la presencia de entidades adscritas al MADR, el titular de la cartera agropecuaria aseguró que el ciclo de vacunación fue dirigido por un “manejo de poderes” que se convirtió en un “negocio” cuando lo administró Fedegán. También hizo ataques personales contra el presidente ejecutivo del gremio. A propósito de la licitación para elegir al gremio que va a manejar los recursos parafiscales, Iragorri mencionó que la designación sería simple. (Lea: 10 mentiras del ministro Iragorri sobre Fedegán, el FNG y Friogán) “El tema de la administración del nuevo Fondo lo veo simple. La gente dice que (Alfredo García Burgos, presidente de la NFG) se va a quedar con esa plata, el nuevo Lafaurie. No sean tan ilusos quienes creen que eso va a ser así”, dijo. Las consecuencias de perjudicar a Fedegán Luego de 3 ciclos de vacunación ejecutados por Fiduagraria (2 de 2016 y 1 de 2017), el ministro Iragorri salió a los medios a afirmar que la cobertura había aumentado, registrándose el 100 % en algunos departamentos, y que se habían inoculado 1 millón 701 mil 423 bovinos más (comparando las cifras de 2015 y 2016). Con estos resultados, aprovechó para decir que el Ministerio había cumplido la tarea mejor que Fedegán. Sin embargo, cuando parecía que tenía el sartén por el mango, el país conoció una noticia devastadora para el sector ganadero: tras 8 años de haber alcanzado el estatus libre de fiebre aftosa con vacunación, la enfermedad volvió a aparecer en nuestro territorio. El primer foco ocurrió en Tame, Arauca, y todo el mundo lo atribuyó al contrabando de Venezuela. Luego aparecieron 2 más y un brote en Yacopí, Cundinamarca, en pleno corazón de Colombia. Esto representó la suspensión del estatus, la pérdida de 12 mercados internacionales y la incertidumbre sobre cuántos miles de millones dejarán de percibir los ganaderos por los focos. Este desafortunado hecho se dio a pesar de las advertencias que hizo el presidente de Fedegán en la 13 reunión de la Comisión Hemisférica para la Erradicación de la Fiebre Aftosa, COHEFA, en julio de 2016. En ese espacio, Lafaurie Rivera alertó sobre el riesgo que corría el país por cuenta de las decisiones tomadas por el ministro Aurelio Iragorri Valencia. Este llamó “mezquino” al dirigente gremial, por “generar pánico económico, diciendo que es posible que en Colombia aparezcan brotes de fiebre aftosa por problemas en el proceso de vacunación”. No se cumplió un año (tan solo 11 meses) para que el mismo Iragorri, en junio de 2017, alertara sobre el primer brote en Tame, y los 3 subsecuentes. (Lea: “Salida de Iragorri sería lo mejor para el sector agropecuario”: ganaderos) Luego de 3 años como ministro de Agricultura, Iragorri deja un pésimo legado para la ganadería: 4 brotes de aftosa, suspensión del estatus sanitario, pérdidas millonarias para los ganaderos, cierre de mercados para exportación, y con la incertidumbre de no saber quién será el nuevo administrador de los recursos parafiscales. Todos sus ataques contra Fedegán, el FNG, Friogán y el FEP han sido desvirtuados con hechos que demuestran que la Federación seguirá siendo el gremio cúpula de la ganadería y continuará trabajando por el bienestar de los ganaderos como lo ha hecho en sus 53 años de existencia.