La participación del presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, en la mesa de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, en representación de los ganaderos del país simboliza la búsqueda de la solución a la confrontación armada que se ha prolongado con este grupo insurgente por décadas en el país.
Así lo refiere, el senador Iván Cepeda, al desatacar la aceptación a la osada propuesta, como la calificó. Señaló que esta designación hace parte del momento político que vive Colombia y que a su juico es excepcional.
“Por primera vez, luego de un período de encarnizadas confrontaciones, todas las fuerzas políticas y sociales comienzan a coincidir en la necesidad de buscar en forma conjunta una solución definitiva al conflicto armado y a las violencias que aún persisten”, comenta en la publicación que escribió para el diario El País (España).
Es decir, que Colombia se abre a la posibilidad de romper paradigmas, con el propósito de generar un escenario de concertación social que propicie la paz total.
“El significado de este diálogo político es que está rompiendo uno de los más enquistados prejuicios en Colombia: la vieja convicción dogmática de que con los opuestos no se dialoga, y menos se pacta”, señala en el documento.
Acuerdo de tierras
El senador Cepeda celebra los diálogos que se han generado en el país y que han dejado resultados positivos como es el Acuerdo para la adquisición de tierras que se firmó entre el Gobierno Nacional y Fedegán a través de su presidente José Félix Lafaurie.
“En ese preciso contexto se inscribe el diálogo entre el actual Gobierno y José Félix Lafaurie, líder del poderoso sector ganadero que concentra la tenencia del más alto porcentaje de las tierras cultivables y cuya influencia política como gremio es determinante en muchas regiones rurales del país”, agregó.
El Acuerdo se convierte en un insumo fundamental en la materialización de la paz territorial.
“El valor de este documento, además, es que explicita un reconocimiento a la reforma rural integral contenida en el acuerdo de paz que se logró luego de grandes esfuerzos en la ciudad de La Habana, Cuba, y que motivó durante los últimos años enfrentamientos que ocuparon el centro del debate público”.
Cepeda trae a la memoria un episodio vivido en el año 1991 y quizás aún la sociedad no recuerde, y es la coalición de fuerzas que incluyó al líder Álvaro Gómez Hurtado y a los dirigentes de la Alianza Democrática M-19; como resultado de ese proceso de paz se generó un pacto que se denominó “Acuerdo sobre lo fundamental”, además, se redactó y adoptó la Constitución que rige el destino del país.
“En esta ocasión, lo novedoso es que el proceso de diálogo puede conducir a transformaciones económicas que tengan efectos reales en la modificación de las causas del conflicto armado y las violencias que persisten. Es un diálogo que ha conducido al diseño de un camino hacia la reforma estructural del campo colombiano a través de la compra de millones de hectáreas de tierra y la planificación de modelos de desarrollo rural”, puntualizó Iván Cepeda.