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Foto: Captura de pantalla youtube.com/@CamaraColombia

El sector agropecuario no sale bien librado en la reforma laboral del gobierno: Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC.

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"La reforma laboral para el campo se puede volver una pesadilla"

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

Para la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) no se puede perder la oportunidad de la reforma laboral para mejorar las condiciones de los trabajadores del campo.

Aunque el gobierno señala que ha hecho reuniones con diferentes sectores para debatir el tema de la reforma laboral que presentó en el Congreso, mucho de lo que allí se planteó, no quedó en el articulado.

Esta ha sido una de las principales quejas de empresarios, gremios y hasta los mismos sindicatos, pese a lo cual el gobierno espera que la reforma pase como él la ha presentado.

El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, en un foro en el Congreso de la República, aseguró que “si no se hacen los cambios que necesita la reforma y, en particular, el sector agropecuario colombiano, lo que es un sueño se puede convertir en una pesadilla tanto para trabajadores como para empleadores”.

Si la reforma laboral no reconoce la realidad de los trabajadores rurales —es decir, que puede tener varios empleadores el mismo día— no va a pasar nada en la lucha contra la informalidad laboral rural que es del 86 %.

Por el contrario, lo que están incluyendo son restricciones que van en contra de la contratación rural. Por ejemplo, ahora la ponencia quiere prohibir los servicios temporales, cuando si se hacen con apego al Código Sustantivo del Trabajo, no debería haber ningún problema.


Otras objeciones


Adicionalmente, el texto de la ponencia no entiende lo que son las actividades primarias sin transformación y deja por fuera elementos tan claves como puede ser el empaque, el reempaque y el transporte de productos. Así que ese 86 % de informalidad laboral rural, si no se arregla el texto del contrato agropecuario, lo que es un sueño para los trabajadores rurales y para los productores se va a terminar convirtiendo en una pesadilla. (Lea: Reforma laboral del gobierno sigue inquietando a empresarios y comerciantes)

Manifestó la SAC entregó más de 23 proposiciones que “ojalá las tengan presentes a la hora de la discusión porque estamos jugando con candela, es el mercado laboral colombiano y es la lucha contra la informalidad laboral”.

Proteger los derechos de los que hoy son trabajadores formales está bien pero si no se hace nada contra la informalidad laboral “qué futuro se le va a dejar a los jóvenes que del campo quieren llegar a las ciudades y qué futuro se le va a dejar a esos millones de colombianos que hacen parte de la informalidad laboral y que hoy tienen la esperanza y la expectativa de poder ingresar a un mercado laboral que los dignifique, los proteja, le genere mejores condiciones en su expectativa de vida”.


Peligro de las huelgas


Así mismo, indicó que es muy preocupante para el sector agropecuario el tema de la reducción de las mayorías para la toma de decisiones que plantea el proyecto del gobierno, así como la extensión de los beneficios de las convenciones colectivas y la votación de las huelgas.

El proyecto del gobierno plantea que ahora se podrá hacer con una tercera parte para ir a huelga. "Es verdad que la huelga es un derecho que se tiene, pero no hay por qué cambiar las reglas de juego", sostuvo Bedoya.

Añadió que se van a poder hacer huelgas parciales en el sector agropecuario. “Se le olvida a quienes firmaron la ponencia que manejamos seres vivos como son los animales y las plantas. Basta recordar lo que pasó hace dos años en Colombia, mayo de 2021, cuando se produjeron 3.000 bloqueos a las carreteras del país y en un solo mes la inflación de alimentos, de la cual todos hablan hoy, fue de 5,7 % por cuenta de esa circunstancia”. (Lea: Banco de la República y empresarios alertan por efectos negativos del proyecto de reforma laboral)

Manifestó que las huelgas son como los bloqueos y en eso planteamos al gobierno nacional y al Congreso de la República, que se modifiquen esos textos.

“Sobre las huelgas le hemos solicitado al Gobierno y al Congreso, que el sector agropecuario, que produce la comida de todos los colombianos, se reconozca como servicio esencial.

Lo que pretende el gobierno con la reforma laboral es blindar y dar seguridad jurídica tanto a los empleadores como a los trabajadores. Sin embargo, en algunos de los puntos que contiene la iniciativa se está vulnerando la seguridad jurídica, dice Bedoya.

Un mercado laboral como el que tiene Colombia con una informalidad de casi el 50 %, una reforma laboral debe contener un articulado que contribuya a la formalización de los trabajadores que están en la informalidad y a incentivar la generación de nuevos puestos de trabajo, pero formales.

Sobre el tema de la tercerización, de los pactos colectivos, de extender las responsabilidades con los contratistas, seguramente lo que va a llevar a los empresarios es buscar automatizarse. En ese escenario, ¿qué va a pasar con la economía popular que quiere impulsar el gobierno nacional? (Lea: Razones por las cuales preocupa la reforma laboral a empresarios y comerciantes)

Uno entiende que el gobierno y los congresistas tengan ideología política, pero es que reformas laborales no se hacen todos los días y aquí no se puede jugar con la formalización del mercado laboral colombiano.

“No pueden pasar a la historia el Gobierno y el Congreso de la República sin haber hecho algo que contribuya a la reducción de la informalidad laboral”, concluyó el presidente de la SAC.
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