El 6 de febrero, el Gobierno Nacional radicó frente al Congreso el Plan Nacional de Desarrollo 2022- 2026 (PND), es decir, la hoja de ruta que tendrá el Gobierno y todos los Ministerios durante los próximos cuatro años. A partir de su presentación**, el PND** cuenta con 90 días, es decir hasta el 6 de mayo, como máximo, para ser aprobado por el Congreso. En caso de no cumplirse el proceso en el plazo determinado, el Gobierno puede expedirlo por decreto en la forma como fue presentado al Congreso.

Aunque sería una movida cuestionada que podría hacerle perder legitimidad política a la administración nacional y sentaría un mal precedente para este tipo de proyectos que son vitales y deben ser discutidos ampliamente.

Cinco ejes temáticos del Plan Nacional de Desarrollo

Para llegar al modelo de nación que plantea Gustavo Petro, el Gobierno propone cinco ejes temáticos: el ordenamiento del territorio alrededor del agua; a seguridad y la justicia social; el derecho a la alimentación; la transformación energética en el contexto del cambio climático y la convergencia regional. (Ver: Estas son las bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 )

Dentro de esos ejes, el Gobierno propone los 300 artículos que contienen medidas en todos los sectores. Aunque el propósito del Plan Nacional de Desarrollo es presentar todas las reformas que el Gobierno planteará en el cuatrienio y la financiación que le hará a cada una, como por ejemplo la reforma agraria, en el Plan presentado por el Gobierno, algunos temas tienen más especificado el contenido de lo que se convertirá en proyecto de ley y hay propuestas que, por el contrario, no cuentan con profundidad.

La legisladora de la Alianza Verde, Katherine Miranda, quien apoyó a Gustavo Petro en campaña, será la encargada de coordinar todo el debate del Plan Nacional de Desarrollo, ya que el articulado fue enviado a la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, dirigida actualmente por la representante Miranda.

De acuerdo con la opinión de expertos, consultados por CONtexto ganadero, el enfoque del Plan de Desarrollo es crear una nueva institucionalidad, un nuevo orden institucional, pero no tiene una ruta concisa en el CÓMO se van a llevar a acabo las propuestas que había hecho el Gobierno.

La mirada de los expertos es que no hay elementos que potencialicen y le den un arranque a las inversiones que necesita el país para la transformación de algunos sectores como el agropecuario. Queda en el aire algunos interrogantes: ¿Dónde está el enfoque económico del Plan donde se especifique el presupuesto destinado al sector agropecuario para su potencialización? O ¿Cuáles son las metas concretas que tiene planteado el gobierno para el fortalecimiento de pequeños productores y cómo se lograría?

¿Qué dice el Plan Nacional de Desarrollo sobre el Sector Agropecuario?

Según la opinión los expertos, el Plan Nacional de Desarrollo está en deuda con el sector agropecuario, al no plantear una hoja de ruta clara para el cuatrienio. Si bien dentro del documento de las bases del Plan Nacional de Desarrollo, el Gobierno planteaba la premisa de que “Colombia tiene altos niveles de inseguridad alimentaria y una dependencia significativa de importación de insumos agropecuarios” y que por lo tanto, para el Gobierno era imperativo “promover la producción local de alimentos e insumos, y fomentar los circuitos cortos de producción y distribución de alimentos”, en el proyecto presentado ante el Congreso no se evidencia ninguna de las premisas anteriores.

Dentro de los 300 artículos del Plan Nacional de Desarrollo no hay ni uno solo donde diga qué presupuesto se destinará y cómo el Gobierno pretende mejorar la producción local de alimentos.

Por otro lado, el Gobierno defiende la idea de que los niveles de productividad agropecuaria son bajos en Colombia y no permiten tener una disponibilidad de alimentos adecuada: “Es necesario invertir en procesos de planificación agropecuaria, provisión a factores productivos y asegurar que la ciencia y la tecnología ayuden a los productores a mejorar su productividad, teniendo en cuenta las particularidades territoriales” planteaba el Gobierno. Sin embargo, estas intenciones del Gobierno no se evidencian en el Plan Nacional de Desarrollo, al no dedicarle ningún apartado al tema de cómo el gobierno pretende llevar hasta los productores el conocimiento científico y las herramientas tecnológicas.

Así como tampoco hay un artículo concreto del Proyecto donde se diga cual es el presupuesto que el Gobierno va a destinar para el mejoramiento vial y cómo va a mejorar la movilidad nacional durante los próximos cuatro años, uno de los mayores problemas que enfrentan las zonas rurales de Colombia y los productores.

Tampoco hay en el Plan de Desarrollo fomentos para la producción de alimentos, que contribuyan a disminuir la importación de alimentos básicos, una de las preocupaciones que había planteado el Gobierno pero que no tuvo ninguna línea en el documento final.

El único interés del Gobierno es repartir tierras

En el Plan Nacional de Desarrollo, los pocos artículos dedicados al sector agropecuario, tienen que ver con lo planteado en la Reforma agraria sobre la repartición de tierras que planea hacer el Gobierno. En el articulado se establece así “ARTÍCULO 38. (..) Créase el Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural como mecanismo obligatorio de planeación, coordinación, ejecución y evaluación de las actividades dirigidas a la materialización de la reforma agraria y la reforma rural integral, desarrollando los mandatos y salvaguardas contenidas en el acuerdo de Paz” . (Ver: Procedimiento para compra de tierras quedó en el Plan Nacional de Desarrollo)

Pero, resultan algunas preguntas ¿Cuál va a ser presupuesto dedicado a la entrega de insumos y acondicionamientos para que las tierras que se entregan sean productivas? ¿Cómo va a garantizar el Gobierno la productividad de las tierras si dentro del Plan Nacional de Desarrollo no hay ninguna instrucción clara al respecto? (Ver: Exministro de Hacienda critica el manejo de la reforma agraria por parte del Gobierno de Gustavo Petro)

Lo único que plantea el articulado es la creación de ocho subsistemas que serán liderados por el Ministerio de Agricultura y cada uno se encargará de los siguientes temas:

1. Adjudicación de tierras y de procesos agrarios para la reforma agraria.
2. Delimitación, constitución y consolidación de zonas de reserva campesina y capacitación campesina coordinado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
3. Ordenamiento territorial y solución de conflictos socioambientales para la reforma agraria.
4. Acceso a derechos y servicios sociales básicos, infraestructura física, y adecuación de tierras.
5. Investigación, asistencia técnica, capacitación, transferencia de tecnología y diversificación de cultivos.
6. Estímulo a la economía campesina, familiar, comunitaria, de las economías propias indígenas y de las economías de las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras.
7. Crédito agropecuario y gestión de riesgos, coordinado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
8. Delimitación, constitución y consolidación de territorios indígenas y de territorios colectivos de comunidades negras, afrocolombianas, entre otras.

Según lo dicho por expertos, preocupa que solo hayan artículos sobre la “forma” de la reforma y no sobre el “fondo”. Más allá de la consolidación de estos subsistemas, no se evidencia en el Plan ninguna especificación de cómo operarán y harán realidad las promesas de la reforma, que podría terminar en un fracaso si no se cuenta con el suficiente financiamiento para la productividad de la tierra. (Ver: Desafíos de la reforma agraria demandan sinergias institucionales: Darío Fajardo)

Otras críticas y advertencias sobre el Plan de Desarrollo que propone el Gobierno de Petro

La senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, alertó sobre algunos artículos que contiene el proyecto de ley, ya que le otorga facultades extraordinarias al presidente Petro, “Petro pretende que se le otorguen facultades extraordinarias, hasta por 6 meses en 10 artículos. Esto es dictatorial. Pretenden derogar la función del Congreso”, dice la senadora.

Algunas de estas facultades serían “Facultad para regular usos alternativos de coca y cannabis, para fines medicinales, terapéuticos y científicos de sustancias psicoactivas”, “Facultades para homogeneizar las disposiciones que regulan la gobernanza y los regímenes de las entidades públicas de servicios financieros - Facultad para crear, suprimir y fusionar empresas públicas de generación, distribución y comercialización del sector eléctrico” dice la congresista.

Por su parte, la senadora Paloma Valencia, señaló que el Plan de Desarrollo está cargado de “micos”, y mencionó que el presidente “pondrá a dedo regular la política de usos alternativos de coca y sustancias psicoactivas; reformular y/o acabar con Familias en Acción o Jóvenes en Acción; y reestructurar a su antojo el Hospital San Juan de Dios. Además, de instaurar una nueva política nacional de drogas donde no se específica sus características ni objetivos”, señaló la publicación de la congresista. (Ver: “Plan Nacional de Desarrollo está más recargado de micos de lo que se esperaba”: Paloma Valencia)

Hernán Dario David, representante a la Cámara por el Centro Democrático, también expresó su preocupación: “El Plan Nacional de Desarrollo (PND) de Gustavo Petro es en realidad, una estrategia de fortalecimiento a colectivos de su afinidad política y una peligrosa CONCENTRACIÓN de poder con la que se convertiría en un todopoderoso.” Argumentando que Gustavo Petro buscará contratar de manera directa y sin límites obras públicas con comunidades indígenas.