Para el jefe de la Misión Rural, muchos de los retos que tiene el país para que la ruralidad sea competitiva están en manos de la entidad sanitaria. Considera que se encuentra desprestigiada y que es necesario fortalecerla.   6 estrategias presentó José Antonio Ocampo, director de la Misión Rural, con el objetivo de que el agro colombiano salga de su atraso y el Estado pague la deuda histórica que tiene con el campo.   Las propuestas están enfocadas en temas como los derechos sociales, la inclusión productiva, la competitividad rural, sostenibilidad ambiental, ordenamiento social de la propiedad y el arreglo institucional. (Lea: "Después del clima, el ICA es el mayor problema de los ganaderos": productor)   Para promover la ruralidad competitiva, Ocampo dio a conocer una serie de acciones que se deben implementar. Entre ellas están las redes de cooperación entre las universidades y los productores, mejorar la calidad de las vías terciarias, adecuar las tierras a través de distritos de riego, tener una política cambiaria estable, crédito dirigido vía Finagro para proyectos claros y la consolidación de los Fondos de Estabilización de Precio, como el mejor sistema para asegurar el valor de los productos.   Sin embargo, para el jefe de la Misión un tema que no se puede pasar por alto es la sanidad agropecuaria, materia que está a cargo del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA. Ocampo afirmó durante su presentación el pasado 12 de abril en Bogotá que la entidad se debe fortalecer en aras de mejorar el servicio que presta a los productores rurales.   “Es una institución que se encuentra desprestigiada, por lo que para llevar a cabo su fortalecimiento se debe despolitizar”, aseguró.   En ese mismo sentido se pronunció José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, quien afirmó que para nadie es un secreto que el ICA es una de las entidades más importantes del sector en Colombia, pero por su mismo papel es necesario que se haga en ella una reingenieria que permita fortalecerla de cara a las labores que tiene.

"No puede ser posible que tengamos tantos y tan notorios atrasos en materia de trazabilidad, de expedición de guías, de puestos de control; son labores fundamentales para el buen desarrollo del sector ganadero del país", aseveró el dirigente gremial.    En una entrevista que le concedió a este diario Hernando José Gómez, negociador del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos, manifestó la necesidad que tiene el ICA de modernizarse en aras de facilitar la admisibilidad sanitaria de la carne colombiana a suelo americano. (Lea: El ICA cumplió 53 años de servicio con varios logros y algunas falencias)   Según indicó Gómez, durante la negociación entre Colombia y Estados Unidos hizo un gran esfuerzo para lograr una carta adjunta que compromete a las autoridades norteamericanas a colaborar con las colombianas para adoptar los protocolos de admisibilidad para esos productos.   “Depende de que el ICA y el Invima hagan su parte. Allí requerimos más dinamismo y priorización de su proceso de modernización, empezando por incluir personal bilingüe. Estas son entidades de carácter técnico e infortunadamente en los últimos 10 años, con pocas excepciones, han tenido excesiva injerencia política”, reveló en su momento el negociador.   El año anterior el representante a la Cámara por el Partido Conservador, Arturo Yepes Alzate, también le recriminó a la entidad sanitaria las constantes dificultades que presenta a la hora de expedir las guías con las cuales se puede movilizar ganado en el territorio nacional para efectos comerciales y feriales.   “Queremos un modelo (de guías) más eficiente y que satisfaga las exigencias de los mercados (…) Creemos que el ICA debe volver a tercerizar la entrega de licencias y que se haga un chequeo y cumplimiento de los requisitos sanitarios”, remató Yepes. (Lea: ICA e Invima se deben modernizar, si Colombia quiere exportar a EE.UU.)   Entre las quejas frecuentes que se presentan contra la entidad están la expedición de guías de movilización, la implementación del software Sigma, la ausencia de puestos de control, e incumplimientos en materia de trazabilidad animal a través del programa IdenfICA.