El Gobierno y la guerrilla de las Farc anunciaron este miércoles un histórico alto al fuego definitivo, que abre la puerta a un pacto final de paz para acabar con más de medio siglo de conflicto armado. En un comunicado conjunto, el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc, marxistas) informaron que alcanzaron "con éxito al acuerdo para el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo", sin especificar la fecha de entrada en vigor. Según cifras oficiales, el conflicto colombiano deja 260 mil muertos, 45 mil desaparecidos y 6,6 millones de desplazados. Ambas delegaciones indicaron que lo acordado "se dará a conocer" el jueves en un acto encabezado por el presidente Santos; el jefe máximo de las Farc, Timoleón Jiménez ('Timochenko'); así como por representantes de los países garantes: por Cuba, el presidente Raúl Castro; y por Noruega, el canciller Borge Brende. (Lea: Humberto de la Calle considera un "error" pedir opinión a Farc) "Mañana será un gran día! Trabajamos por una Colombia en paz, un sueño que comienza a ser realidad, celebró Santos en su cuenta de Twitter. Ahora resta consensuar el mecanismo de refrendación del acuerdo final, último punto de la agenda:El pacto que se anuncia este jueves cierra el espinoso punto del fin del conflicto incluido en las conversaciones que se desarrollan desde noviembre de 2012 en Cuba. Incluye un consenso sobre "la dejación de las armas; las garantías de seguridad (para los rebeldes) y la lucha contra las organizaciones criminales (...) sucesoras del paramilitarismo". Santos quiere un plebiscito, mientras que las Farc, que antes reclamaban una Asamblea Constituyente, se declararon recientemente abiertas a una consulta popular. En Washington, el vocero del Departamento de Estado, John Kirby, expresó su deseo de que "las partes continuarán haciendo progresos hacia un acuerdo final". El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y los presidentes de los países acompañantes de las pláticas, el venezolano Nicolás Maduro, y la chilena Michelle Bachelet, estarán asimismo presentes en La Habana, agregó el comunicado conjunto. También estarán presentes en la capital cubana los presidentes de República Dominicana, Danilo Medina, y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén. En Colombia, desde figuras públicas hasta cientos de ciudadanos se congratulaban por este avance definitivo del proceso de paz, aunque otros también expresaban su incredulidad. (Columna: Terrorismo en las ciudades) "Sin lugar a dudas es el inicio de una etapa en la cual esa violencia organizada no va a ser el instrumento para construir una oposición política al Estado, es histórico en ese sentido", dijo a la AFP en Bogotá Jorge Restrepo, director del centro de seguimiento del conflicto Cerac. "Significa el fin del conflicto más longevo y sangriento del Hemisferio Occidental y una nueva oportunidad para apostarle a la democracia", apuntó por su parte Angelika Rettberg, directora de la maestría en Construcción de Paz de la Universidad de los Andes. ¿La paz en menos de un mes? En los últimos días, las partes habían acelerado las conversaciones. Santos, que la víspera exigió a los negociadores un "esfuerzo" para lograr un alto al fuego definitivo, "un paso fundamental" para lograr la paz, según dijo, estimó el lunes que los diálogos pueden estar finalizados para el 20 de julio, fiesta nacional en Colombia. Desde julio pasado, la guerrilla Farc, principal y más antigua del país, surgida de una sublevación campesina en 1964, mantiene un alto al fuego unilateral, mientras que el gobierno suspendió los bombardeos aéreos en su contra.Santos y 'Timochenko' se habían comprometido en septiembre a firmar la paz el 23 de marzo. Sin embargo, no lograron cumplir el plazo ni han prometido otra fecha, aunque ambas partes han dicho que las conversaciones están ya en su recta final. (Lea: Farc critican a Santos por exigir fecha para desarme rebelde) Para la desmovilización de las Farc, los negociadores discuten la creación de zonas de concentración de unos 7.000 rebeldes, cuyo desarme se hará bajo supervisión de la ONU. En el marco de las negociaciones, el Gobierno y las Farc han firmado varios acuerdos provisionales, entre ellos la lucha contra el tráfico de drogas y la reparación a las víctimas. También han negociado en las últimas semanas un blindaje legal del acuerdo final de paz y la renuncia al reclutamiento de menores por parte de la guerrilla.