El gobierno tiene listo el decreto que revive los mataderos municipales para evitar los problemas que se presentan con el transporte y el abigeato, anunció el ministro de salud, Guillermo Jaramillo.
De acuerdo con lo expuesto por el funcionario, hay mucha infraestructura que se puede recuperar para poder lograr un adecuado sacrificio con todos los reglamentos de salud pública y así evitar el sacrificio en potreros (carneo) como se está viendo actualmente.
“Vamos a cuidar y supervisar que el manejo y control de los mataderos sea de acuerdo a lo que nosotros vamos a sacar en la resolución”, afirmó.
La idea de revivir los mataderos municipales fue del propio presidente Gustavo Petro, quien en noviembre del año pasado la planteó como una solución para frenar el incremento en los precios de la carne, pero que ahora se plantea como una solución a los problemas que se presentan con el transporte, el abigeato y el carneo.
Desde el gobierno han insistido en que el regreso de los mataderos municipales permitiría que los ganaderos pequeños oferten sus productos de manera más ágil, ahorrándose, por ejemplo, los costos del transporte de animal vivo hasta el lugar del frigorífico.
El carneo no se combate con más mataderos
Ganaderos consultados por CONtexto ganadero han advertido que la idea de revivir los mataderos podría terminar en un monumental despilfarro de recursos públicos. Argumentan, además, que el problema de la inseguridad y el carneo no se combate con colocar más mataderos, y señalan que diariamente los medios de comunicación dan cuenta del creciente delito del carneo y del abigeato (Lea en CONtexto ganadero : Abigeato y carneo, otros delitos en crecimiento que asolan a los ganaderos)
Actualmente en el país se consumen 3,2 millones de reses al año y para que su sacrificio cumpla con los estándares de salud existen 270 puntos de sacrificio en el país. (Lea en CONtexto Ganadero: ¿Qué tan (in)conveniente es revivir los mataderos municipales?)
Para llegar a ese reducido número de plantas de sacrificio, los frigoríficos han realizado inversiones millonarias bajo las exigencias del Decreto 1500 de 2007, pues antes de esa fecha había en el país tantos mataderos como municipios, y la gran mayoría no cumplía con mínimas condiciones de higiene. Han sido inversiones encaminadas a garantizar condiciones sanitarias, de inocuidad y de cuidado del medio ambiente.
Hay que tener en cuenta que una planta destinada a la exportación de carne como para consumo interno debe tener las mismas condiciones y garantizar el protocolo sanitario. Se estima que reabrir cada matadero municipal de autoconsumo podría costarle al Estado entre 4.000 y 5.000 millones de pesos.
Un elevado costo de oportunidad
Los mataderos municipales generalmente no tienen un gran volumen de sacrificio. Usualmente tenían un sacrificio semanal que oscilaba entre 5 y 15 reses. Eso indica que sacrificaban al mes entre 20 y 60 reses, y al año, entre 260 y 780 reses. Por tanto, la reactivación de estos mataderos resulta muy costosa para el volumen de sacrificio, con el agravante que volvemos a las falencias de inocuidad en el transporte de carne que se presentaban en ese entonces.
José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de Fedegán, advierte, en comunicación enviada a la ministra de Agricultura (Lea: Activar urgentemente el Sinigán, permitirá atender la emergencia económica del sector ganadero: Lafaurie Rivera), que el creciente sacrificio clandestino, que puede llegar a ser el 40% del sacrificio formal, se constituye en el mayor desafío al respecto, pues al fin y al cabo es una competencia ilegal y desleal que se realiza a toda la industria legalmente constituida, que realiza sus aportes tributarios, el pago de sus obligaciones laborales y genera empleo de calidad.
En lugar de revivir los mataderos municipales, mejor fortalecer los acondicionadores o cuartos fríos
Aunque aún no se conoce el contenido del Decreto que anunció el ministro Jaramillo, vale la pena recordar el planteamiento que hizo Oscar Cubillos, director de Planeación e Investigaciones Económicas de Fedegán–FNG, a comienzos de año, cuando indicó que es necesario que se fortalezca la oferta regional de carne desde una planta y para ello se requiere el fortalecimiento de las plantas de autoconsumo, más que los mataderos municipales.
Señaló que la idea del decreto 1500 era que las plantas que no cumplieran con los requisitos allí planteados, se cerraban y las que sí, absorbieran ese sacrificio. Pero estos no pudieron hacerlo por diversos factores (ubicación geográfica, capacidad instalada), entonces esa oferta terminó cogiéndola la clandestinidad.
En ese mismo artículo de CONtexto ganadero, Santiago Turizo, representante legal de Frigorífico del Sinú (Frigosinú) indicó que las autoridades tuvieron que reducir las exigencias porque era evidente que muchas plantas no cumplirían a cabalidad pero que, si eran cerradas, el beneficio ilegal aumentaría de manera dramática.
Tanto Cubillos como Turizo coincidieron en que, en lugar de revivir los mataderos municipales, lo más conveniente sería fortalecer los acondicionadores o cuartos fríos, pues construir o adecuar una planta de beneficio según los lineamientos del Decreto 1500 requiere de un alto nivel de inversión que sobrepasaría el presupuesto de un municipio de categoría 5 o 6.
“Hacer toda la infraestructura para cumplir las exigencias sanitarias y ambientales (del Decreto 1500) es una inversión brutal, en cambio los cuartos fríos serían una inversión baja y la operación podría ser sostenible”, afirmó Turizo.
Solo falta que ahora el gobierno muestre con cifras en la mano, la realidad de la medida propuest. Todo esto sin incluir los temas ambientales que se tenían con la proliferación de plantas municipales para la disposición de desechos y uso del agua