Cauca ha sido durante los últimos años escenario de una escalada terrorista y cruentas acciones aramdas, debido a que allí confluyen subversión, bandas criminales, delincuencia común y una descarnada lucha por las tierras. Desde hace casi una década hace parte de los 5 departamentos que más registran homicidios al año. De igual forma, según datos del Sistema de Información del Programa Especializado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), a diciembre de 2012, la región aportaba cerca del 2% en el índice de reclutamiento forzado de niños y adolescentes a las filas de la guerrilla.

A esto y otras situaciones, que ponen al descubierto el complicado panorama que vive el departamento, se suma el reciente anuncio de un acuerdo entre Gobierno y Farc en torno al tema de Desarrollo Agrario Integral, que ha dejado más dudas que certezas entre los gremios de la producción y los campesinos de Colombia. (Lea aquí -Junta directiva de Fedegán rechaza acuerdo agrario alcanzado-)

Por eso, el Comité de Ganaderos busca a través de dicha comunicación que los dirigentes y representantes del Gobierno en La Habana atiendan el clamor popular respecto al proceso de paz que actualmente se presenta ante el país como la única y más viable alternativa para el logro de la paz de los colombianos. 'Cauca es una región aislada de los temas de paz y la violencia persiste. Convivimos en medio de actos violentos a diario y así no vamos a avalar este proceso de paz. No estamos de acuerdo en que se siga negociando con las armas en la mano', indica Luis Jaime Paz, gerente del Comité de Ganaderos de Cauca.

Consulte aquí el documento completo que el Comité de ganaderos de Cauca envió a la opinión pública y al presidente Santos.

Esta declaración es ratificada en la comunicación. ‘No entendemos como, ante la mirada impávida de Colombia, el departamento de Cauca ha sido, es y sigue siendo el escenario natural de la guerra pareciendo, ante la insolidaridad de los gobernantes, que condena a sus habitantes a vivir y padecer el rigor de la pobreza, la inequidad y la violencia, señala uno de los apartes del documento.

Pero sin duda, el fragmento más certero y que muestra la dramática situación que se vive en la zona, como contraste a la exhibición mediática de las Farc en Cuba, dice: ‘Rechazamos de manera vehemente los hechos de agresión y violencia acontecidos en nuestro departamento , pues nos resulta a todas luces inexplicable que mientras se establecen lazos de comunicación y entendimiento entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC , sea justamente este grupo el que cobardemente se ensaña contra nuestro pueblo’.

El comunicado también pone de manifiesto la inconformidad que existe con el desarrollo de los diálogos en La Habana, debido a que todo los lleva a pensar que se viven realidades paralelas. ‘Mientras los generadores de extorsión imponen condiciones al Gobierno para lograr la paz, nuestros campesinos sin apoyo de las autoridades se niegan a pagar extorsiones y son víctimas de atentados aleves contra su vida honra y familia’, expone la carta.

En la comunicación, el Comité de ganaderos también se solidariza con la familia Sánchez Pardo, que recientemente fue víctima de un atentado terrorista que acabó con el trabajo de 3 generaciones de productores pecuarios además de las pérdidas humanas registradas. ‘El asesinato cruel, aleve y vil de los trabajadores que murieron en el acto terrorista perpetrado por las FARC en la finca SKANDIA, nos deja estupefactos y totalmente confundidos frente al los diálogos de paz’, explica el documento. Asimismo, Luis Jaime Paz, gerente del comité, señala que en la vía Panamericana los guerrilleros le disparan a la población, incineran carros, hacen retenes y secuestran con la complacencia de la fuerza pública. (A continuación -Atentado contra ganadero de Cauca refleja inseguridad regional-)

La misiva cierra con la petición al presidente Juan Manuel Santos de que cesen las actividades terroristas por parte de las Farc, pues el gremio liderará convocatorias populares para que, bajo los instrumentos que permite la democracia, el rechazo generalizado a que el tema de la paz se utilice como medio y mecanismo de impunidad para los actores del terrorismo.