Si el gobierno doblega a la Federación Nacional de Cafeteros, lo probable es que busque también hacerse al control de los demás fondos parafiscales que son administrados por gremios: arroz, ganado, avicultura, palma, entre otros.
Así lo planteó el exministro Jorge Humberto Botero, en su columna 'Va de retro, Petro´, al mostrar el manejo que está haciendo el presidente Gustavo Petro de diferentes frentes del país de los cuales, al parecer, se quiere apropiar.
Recuerda en su escrito que el gremio cafetero fue fundado en 1927, con el propósito de manejar los recursos que los cultivadores de café necesitaban para facilitar la exportación del grano y asegurar el bienestar social de los caficultores, funciones que el Estado de aquella época no era capaz de realizar.
Una ley dispuso que esos recursos fueran gerenciados por la Federación, que es de naturaleza privada, y se invirtieran exclusivamente en beneficio del sector aportante.
Ese origen singular dio lugar a un largo debate sobre la naturaleza de la contribución cafetera que la Constitución del 91 zanjó al determinar que esos recursos son “parafiscales”; o sea, que son públicos, aunque no estatales. El gobierno no puede apropiarse de ellos, ni administrarlos. Puede, sí, incidir en su uso participando en los organismos de concertación establecidos para la administración del Fondo Nacional del Café. (Lea en CONtexto ganadero: Dinero del Fondo Nacional del Café es de los cafeteros, le recuerdan a Petro)
Este es solo uno de los casos mencionados por Botero sobre los cuales el presidente quiere tener el control, pero menciona otros más como el de la autonomía de la Universidad Nacional, que es un principio constitucional que permite a todas las universidades, establecer los mecanismos para designar sus autoridades.
Sin embargo, el rector recién designado no le gusta al gobierno y lo quiere tumbar usando procedimientos arbitrarios y desconociendo de modo flagrante esa autonomía. Además, en un proyecto de ley sobre educación superior se indica que “El gobierno y la gestión de la educación deberán ser democráticos, participativos, pluralistas y directos”. De esta manera, se pretende desconocer mecanismos híbridos, como el adoptado por la Nacional para seleccionar su rector.
Advierte Botero que, si la elección directa de los rectores en votación popular pasa a ser el único mecanismo idóneo, lo mismo podría disponerse con relación a los decanos y por ahí derecho con los gerentes de los hospitales y hasta los codirectores del Banco de la República, por mencionar unos casos.
Estabilidad en riesgo
De acuerdo con lo expuesto por el exministro, las acciones gubernamentales, que colocan en grave riesgo la estabilidad de estas instituciones lo que buscan es subordinarlas al Estado. Esa misma estrategia tiene otras dimensiones. Las cajas de compensación familiar y las cámaras de comercio están riesgo; las entidades promotoras de salud han sido sometidas a asfixia financiera y difícilmente podrán sobrevivir.
A ello se añade la configuración de unos grupos de choque integrados por sectores étnicos, marginados sociales, sindicatos estatales, entre otros, todos ellos subvencionados por el gobierno. Campesinos y estudiantes son dos grupos a los que el gobierno quiere seducir. Así se va configurando el respaldo popular al caudillo. Él definirá cuándo el momento revolucionario ha llegado. (Lea en CONtexto ganadero: Gobierno ya tiene en marcha nueva organización cafetera)
Advierte que los populistas de hoy, estilo Petro, suelen ser más sutiles que los generales de antaño: no encarcelan a sus opositores, pero los espían; no imponen mordazas a la prensa, aunque la desacreditan y no cierran los tribunales cuya legitimidad intentan menoscabar. Se asemejan a aquellos generales de tiempos idos en su preocupación por demostrar que ellos son los “verdaderos” representantes del pueblo, al que convocan a las calles para que decida lo que quiera, tal como ya lo ha hecho el presidente actual.
En otra demostración de lo que puede ser el futuro que le espera a Colombia, señala que para generar respaldo popular se reparten subsidios con prodigalidad. Como esas gabelas pueden ser insostenibles, hay que procurar nuevos recursos: los de emisión monetaria, el ahorro pensional, la abolición de vigencias futuras y la flexibilización de la regla fiscal, todo lo cual está haciendo Petro.
“Como para llegar al poder y preservarlo esos líderes, que antes usaban pasamontañas y ahora gorras cuasi castrenses, necesitan una cauda ávida de participar en el banquete, hay que dejar que roben, ojalá de modo discreto y con cierta moderación, lo cual no siempre se logra”, señala el exministro.