La liberación de Luis Manuel Díaz es un primer paso. Pero vienen ahora un par de pasos que son claves para continuar la negociación en los términos en los que venía.
1- Devolver a los secuestrados. Hay otras familias colombianas que sufren el mismo flagelo que vivió la familia del futbolista Lucho Díaz. Para ellos tiene que haber también una respuesta categórica por parte de este grupo armado.
2- Comprometerse a no secuestrar más. Más que atroz y de lesa humanidad, el secuestro es un delito repudiado por todos los colombianos porque las que familias colombianas, durante décadas, han vivido en carne propia el secuestro de algún familiar.
De ahí que, en 2008, Colombia entera se volcó a las calles para rechazar los secuestros de las FARC. En consecuencia, el ELN debe aprender esa lección porque a la final este acuerdo —en caso de que se dé y aspiramos que se dé— debe tener una base social y política que lo respalde. Para ello no podemos ir en contravía de lo que dice la opinión pública con respecto a este tema.