El dinero que se tendría que haber destinado para la ‘gasolina’ de esta máquina que buscaba mejorar la crisis del campo colombiano, se destinó a más subsidios, a resarcir unos pocos y no a medidas estructurales o reformas de largo aliento. Cuatro años perdidos para el sector agro.
Ya hace cuatro años que Juan Manuel Santos llegó a la Casa de Nariño. En 2010, el hoy candidato-presidente prometió que la agricultura sería una de sus cinco locomotoras de desarrollo. Pero al parecer, el tren del campo ni bien partió de la estación cuando bajó la marcha, y hoy cuando el periodo presidencial termina parece que se descarriló.
Hace dos años, en la mitad del mandato Santos, el primer ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Camilo Restrepo, aseveró que esta locomotora “se está volviendo a mover, después de haber estado en un taller de dónde este Gobierno la sacó y la colocó en la carrilera”. (Lea: "Crisis del agro es responsabilidad de Santos": Carlos Holmes)
A escasos meses del fin del mandato de Juan Manuel Santos el balance es menos optimista. Tres ministros han estado a cargo de la cartera de Agricultura y Desarrollo Rural sin que hasta ahora se esté cerca de cumplir con la meta principal del Gobierno Nacional, que era transformar las instituciones del sector para que no solo se ocuparan de lo agrario, sino que pudieran aterrizar la transformación del campo, todo se ha quedado en el papel.
Un giro de 180° para el sector, fue de 360°
Cuando comenzó el periodo presidencial de Santos se aseguró que se enfilarían los trabajos para que el sector tuviera como meta un desarrollo rural sostenible. Para esto, Juan Camilo Restrepo y Planeación Nacional idearon una remodelación institucional centrada en la creación de un viceministerio de desarrollo rural. Pero lo que se hizo fue una entrega de cupos indicativos para diferentes entidades ligadas al agro. (Lea: Crisis del agro: ¿Repitiendo los errores del pasado?)
La reestructuración del Ministerio de Agricultura fue utilizada para que senadores como Roberto Gerlein, Hernán Andrade y Efraín Cepeda ganaran el derecho de proponer recomendados suyos al frente del Banco Agrario, el Incoder y el ICA.
“El pacto del candidato-presidente Juan Manuel Santos se centra en mantenerles (a los parlamentarios) el manejo de la contratación en el ICA ($180 mil millones), Incoder ($460 mil millones) y Banco Agrario ($980 mil millones) a cambio que le doblen la votación en segunda vuelta”, aseguró Indalecio Dangond, columnista de este diario.
Luego, con el Pacto Nacional Agropecuario presentado en septiembre de 2013, y nacido gracias al cese de actividades que realizaron los campesinos durante un mes, al Ministerio le tocó pensar en nuevas tareas y formas de ejecutarlas. (Lea: Proyecto de Ley busca reactivar el agro en Colombia)
Un campo sin infraestructura
Aunque una las puntas de lanza del Ministerio era invertir más dinero en bienes públicos rurales, es decir, en obras de infraestructura como distritos de riego, vías terciarias, etc., solo a finales de 2013 se creó una dirección de bienes públicos rurales, que está a cargo de Adelaida Cano.
Por consiguiente, la mayoría de herramientas que el Gobierno Nacional planteó para poner los bienes públicos rurales en el centro de la agenda política, están estancadas. Se creó el borrador del Estatuto de Desarrollo Rural, pero este documento lleva tres años ‘enredado’ en la consulta previa.
Igualmente, en septiembre cuando se conjuró el paro agropecuario, la solución del Gobierno de Santos estuvo en los subsidios directos, los cuales, en términos castizos, equivalen a invertir el dinero en ayudas directas a los campesinos, en lugar de destinarlo en bienes públicos y que aseguran su subsistencia pero no los hacen más competitivos. (Lea: Secretario de Agricultura de Casanare asume cargo en medio de crisis)
En cifras, si solo se miran los subsidios dados al sector cafetero la cifra alcanza $1 billón entre 2013 y 2014, una cifra que es casi la que se invirtió en la doble calzada Bogotá-Girardot.
Restitución de tierras
Restituirles las tierras a los labriegos del país ha resultado más complejo de lo imaginado por el Gobierno Santos. Al existir en la jurisdicción solamente 39 jueces y 15 magistrados de tierras, las cifras positivas no ayudan al candidato-presidente.
De acuerdo con su Plan de Gobierno, se han presentado 20 mil 119 solicitudes de víctimas para una restitución de sus predios, pero a la fecha solo se están tramitando 6.732 reclamaciones, lo que indica que el ‘trancón’ es largo y la eventual restitución tardará mucho más tiempo del contemplado por Santos y sus promesas.
Censo Agropecuario tardío
Al comienzo del actual cuatrenio presidencial, Juan Manuel Santos aseguró que el censo agropecuario era clave para contar con estadísticas sobre el campo y diseñar así políticas efectivas y claras que corrigieran las falencias históricas del sector. Pero no se le dio la prioridad necesaria.
Aunque en Colombia no se hacía un muestreo rural desde 1970, a pesar de que la FAO recomienda hacerlo máximo cada diez años, Santos tardó dos años en destinar los recursos para realizar el proceso, razón por la cual los resultados del mismo no se conocerán durante su mandato.
Así las cosas, queda claro que se pasó el Gobierno de Juan Manuel Santos y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, con los 3 jefes de cartera que tuvo en 4 años, dejaron pasar nuevamente la oportunidad de brindarle a los campesinos del país políticas de largo aliento, reformas estructurales que permitan pensar en un campo con más y mejores herramientas y que para Santos 'el tal campo parece no existir', solo eso explicaría porqué la locomotora del agro se descarriló.