José Félix Lafaurie Rivera lamentó las condiciones actuales en las que se encuentra gran parte del territorio nacional por cuenta de hechos que se habían superado y que hoy de nuevo son hoy el suplicio de miles de colombianos: secuestros, extorsiones, abigeato, contrabando, cultivos ilícitos, algunos de los más recurrentes.
“El camino a la paz que el Gobierno Santos recorre hace 4 años tiene al país postrado y sumido en una crisis que afecta a varios frentes, pero es sin duda el sector rural en el que más fácil se fractura el trabajo que con tanto esfuerzo y dedicación se ha hecho”, sostuvo. (Columna: Mucho ruido y pocas nueces)
En su opinión, no tiene sentido que por ceder a pretensiones de grupos alzados en armas tenga que ser la sociedad la que más sufra, cuando debería ser precisamente a la que se busque garantizarle unas mejores condiciones sociales y económicas, tal y como se percibía hasta hace no mucho tiempo.
El dirigente se mostró preocupado por los más recientes casos de secuestros, incluido el de un ganadero en días pasados en Codazzi, “pero es importante señalar que como ese hay muchos a los que el Estado no les presta atención alguna, pues no van en línea con el único tema de su agenda temática y como desde los medios no se presiona, se facilita el dejar pasar y esperar a que el tiempo haga olvidar”, indicó.
Agregó que no es el único delito que se viene incrementando, pues así como ese también vienen tomando fuerza los casos de hurto, las extorsiones que ahora pasaron a llamarse aportes para la paz, la siembra de cultivos ilícitos, entre otros.
“Lo más lamentable es que todo pasa bajo la mirada cómplice de un Gobierno preocupado por las exigencias de las Farc y al que poco interesa el reclamo social y legítimo de los gremios, de sectores económicos que aportan al desarrollo del país y que han sido los que por años han venido jalonando la economía”, expresó. (Lea: Comisiones anunciadas por Farc y Gobierno generan indignación)
Lafaurie Rivera reiteró que es doloroso ser testigo de cómo un país que se había logrado reorientar política y económicamente, vuelve a estar de nuevo inmerso en situaciones que alteran la tranquilidad de los ciudadanos de bien, perjudican la confianza inversionista y se postra de rodillas frente a quienes sumieron a Colombia en su peor época de violencia e inseguridad.
“Venimos desandando el camino que tanto esfuerzo costó construir. El ánimo retaliador del Estado es constante y desalienta de forma permanente a quienes se atreven a decir algo públicamente. A diario debemos ver nuevos casos de hechos delincuenciales que se habían disminuido de forma sustancial. No obstante, al Gobierno eso le importa poco, todo por la firma de una paz que de seguro nos traerá más de lo mismo y en mayores dimensiones”, apuntó.
Finalmente, el presidente gremial hizo un llamado para que se tomen medidas serias y eficaces que permitan garantizar a la sociedad mejores condiciones, pues la intranquilidad actual aleja a muchas personas del campo, genera angustia en las ciudades y lleva al país a un estado de incertidumbre y zozobra, sensaciones que también habían quedado en el pasado. (Columna: “Promesa sin valor”)