Diferentes asociaciones agropecuarias en Colombia aseguran que se requiere una pausa en los acuerdos comerciales firmados para mejorar internamente y buscar mejores condiciones en los mercados extranjeros.

El pasado 6 de mayo, el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, les propuso a los dirigentes de los gremios agropecuarios del país que se ven más afectados con los Tratados de Libre Comercio, TLC, hacer un frente común para explorar el aplazamiento de los procesos de desgravación arancelaria de los principales acuerdos comerciales. 

La Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC; la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz; y la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, fueron las entidades a las que el dirigente del gremio cúpula de la ganadería en Colombia les hizo extensiva la invitación detener “temporalmente la carrera por los mercados y permita restituir las condiciones de competencia”.

Frente a esto, CONtexto Ganadero dialogó con los presidentes de los gremios receptores de la misiva para conocer de primera mano sus opiniones al respecto y las afectaciones que los TLC traen para cada sector productivo. (Lea: Colombia: 11 TLC, 5 acuerdos parciales y cero admisibilidad sanitaria)

Para Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, los acuerdos comerciales, aunque no son un problema para la economía colombiana, sí están faltos de planteamientos conjuntos.

“El problema recae en que el país decidió hacer un planteamiento del sector comercio en conjunto, entonces se hicieron los TLC con Canadá, la Unión Europea y Estados Unidos, quienes son productores y exportadores netos de alimentos, pero el primero y el segundo quedaron más o menos, y el tercero quedó menos que más para el gremio agropecuario”, señaló Mejía López,

Asimismo, el líder gremial aseveró que es necesario que el país entre a evaluar los diferentes Tratados de Libre Comercio para que las exportaciones agropecuarias no continúen concentradas en pequeños cupos, sino que, por el contrario, tengan mayores demandas.

Por su parte, Rafael Hernández, gerente de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, explicó que para su sector los acuerdos comerciales afectan ostensiblemente la producción y la permanencia de los fabricantes. (Lea: Comienza el TLC con la UE, ¿será la quiebra ganadera?)

“Se le abre la puerta al comercio internacional, especialmente a Estados Unidos para traer esos productos con altos grados de subsidios al país y que también tienen unas tecnologías más avanzadas que las de nosotros. El país no está preparado para firmar unos acuerdos que nos hacen unas exigencias de competitividad a los productores que requieren de unos 5 años para lograrlo, y más sin una ayuda del Estado”, subrayó Hernández.

De igual manera, el gerente de Fedearroz aseveró que lo que Colombia necesita es una pausa que les permita a los productores poder mejorar la competitividad, “porque como estamos, el sector tenderá a desparecer y se verá reflejado en la falta de empleo”.

Desde la Federación Nacional de Cultivadores de Palma,  Fedepalma, explicaron que aunque los Tratados de Libre Comercio representan una oportunidad para el sector palmero colombiano, en la medida en que mejoran las condiciones de acceso para los aceites de palma, crudos y refinados, implican mayores flujos de importaciones de aceites y grasas  y por ende, mayor competencia para los aceites de palma de producción nacional en el mercado local.

“En ese orden de ideas, es importante mencionar que el Gobierno Nacional debe generar condiciones que les permitan a los productores nacionales, incrementar su productividad, para poder competir en un mercado cada vez más globalizado”, señaló una comunicación del gremio.

Igualmente, dejan en claro que es fundamental que el sector privado tenga una interlocución activa con el Gobierno Nacional, durante la etapa de negociación de los Tratados de Libre Comercio, de tal forma que los términos de negociación sean acordes a las realidades de los sectores productivos. (Lea: Aplazar los TLC, ¿una alternativa posible?)

“Es importante realizar un seguimiento de los flujos comerciales una vez entren en vigencia los Tratados y, si es el caso, hacer uso de los mecanismos de defensa comercial estipulados en la normativa colombiana y en el mismo texto de los acuerdos”, concluyó Fedepalma.

Así las cosas, es evidente que los gremios representativos del sector agropecuario aseguran al unísono que este importante eslabón de la economía colombiana necesita una pausa en los Tratados de Libre Comercio para ser más competitivos frente a los mercados globales y que la idea de José Félix Lafaurie bien vale la pena un análisis con los actores perjudicados.