La búsqueda del general prisionero de las Farc prosigue en Colombia, con la esperanza de una pronta liberación que permita relanzar el proceso de paz con esa guerrilla comunista, en suspenso al cumplirse este miércoles 2 años de su apertura.
"Yo espero que este impase se resuelva pronto", dijo en un acto en Ataco, la región del país donde en 1964 nacieron las Farc. "No importan los obstáculos, los enemigos, llegaremos a la paz", concluyó Santos delante de una multitud vestida de blanco que agitaba palomas de papel. (Lea: En 2 años del proceso de paz, ¿qué ha pasado con el campo?)
Unos 1.500 efectivos, además de helicópteros, aviones, lanchas y otros vehículos, fueron desplegados en una vasta y remota área del departamento del Chocó, donde el brigadier general Ruben Alzate y otras 2 personas fueron capturadas el domingo por guerrilleros de las Farc en confusas circunstancias aún bajo investigación.
"Por esfuerzo militar" o de "carácter humanitario, lo que nos importa es que de una u otra manera estas personas lleguen sanas y salvas", dijo Pinzón tras analizar la situación con los mandos en esta selvática zona del país, donde los ríos son las únicas vías de acceso. El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, canceló una reunión con el secretario general de la ONU en Nueva York para seguir al frente de la misión de rescate desde Quibdó, capital del Chocó.
En Quibdó, se instalaron 3 sillas vacías a iniciativa del gobierno local y de la Iglesia, en homenaje a los rehenes.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, también fue convocado para facilitar una eventual liberación de Alzate, retenido por guerrilleros en el caserío Las Mercedes, durante un desplazamiento de civil y sin escoltas junto a otro militar y una abogada, supuestamente para supervisar un proyecto energético. (Lea: “La confianza en el agónico proceso está afectada”: Lafaurie)
Alzate, el oficial de más alto rango capturado por las Farc en 50 años de conflicto, encabeza la Fuerza de Tareas Conjuntas Titán, que con 2.500 militares combate las mafias y grupos ilegales que operan en esta empobrecida región del Pacífico colombiano.
Farc culpa al Gobierno
La captura de Alzate, un condecorado militar con 31 años en el Ejército, fue la gota que derramó el vaso para Santos, días después de que las Farc ultimaran a dos indígenas en el Cauca y tomaran rehenes a 2 soldados en Arauca.
El presidente exige la liberación de todos para reanudar las conversaciones con la principal guerrilla del país, oficialmente con unos 8.000 combatientes.
Las Farc, que se mostraron dispuestas el martes a encontrar una "pronta" y "sensata solución" al problema, culparon al gobierno por la crisis y reiteraron la urgencia de instaurar una tregua bilateral, opción a la que se opone firmemente Santos. (Lea: La paz en Colombia, entre la esperanza y la desconfianza)
"No es admisible que quien declara la guerra sin cuartel, en medio de ella pretenda que no se le toquen a sus soldados y generales", indicó el jefe negociador de las Farc, alias Iván Márquez.
El número 2 de la guerrilla dijo desconocer si existen contactos para lograr la liberación de los capturados, un tema que, señaló, debe involucrar en Colombia a su jefe máximo, alias Timochenko.
En Bogotá, unas 200 personas, entre líderes de izquierda, movimientos católicos y organizaciones sociales, se manifestaron en apoyo al proceso de paz y en reclamo de un cese al fuego bilateral, bajo el lema: "Que se suspenda la guerra, no el proceso de paz".
"Es una crisis profunda pero no intrínseca al proceso de paz. Me parece fácilmente superable en algunos días", dijo Ariel Ávila, investigador de la Corporación Nuevo Arco Iris, especializada en el conflicto.
El actual proceso, el que más avances ha logrado tras 3 intentos fallidos desde los años 1980, ya logró consensos parciales en reforma rural, participación política de la guerrilla y solución al problema de las drogas ilícitas.
Resta discutir la reparación de las víctimas y el desarme, así como elegir un mecanismo de refrendación del acuerdo.