El de hoy no es el primer cese al fuego que anuncian las Farc desde que comenzó el proceso de paz, sin embargo una mirada a los anteriores evidencia que en ninguno de los casos cumplieron aquello con lo que se comprometieron.

Este viernes 16 de mayo, el país conoció un anuncio sin precedentes en la historia colombiana: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, las dos organizaciones guerrilleras más históricas del país, anunciaron en una declaración conjunta la orden de un cese unilateral al fuego desde el próximo 20 de mayo y hasta el 28 del mismo mes.

‘Pablo Catatumbo’, uno de los jefes de las Farc, realizó el anuncio desde La Habana, Cuba, asegurando que con ocasión del próximo certamen electoral a la Presidencia de la República, “muchas voces se levantan solicitándonos una nueva declaración del cese del fuego para garantizar la ausencia de perturbaciones. (Lea: Gobierno colombiano: diálogos con Farc están en "momento crítico")

"Cesar cualquier acción militar ofensiva contra las Fuerzas Armadas del Estado o infraestructura económica, a partir de las 00.00 horas del martes 20 de mayo hasta las 24.00 horas del miércoles 28 de mayo", expresó el vocero del grupo guerrillero.

Ante esto, brota una pregunta entre los colombianos: ¿se respetará este nuevo cese o se violará como todos los pasados anuncios similares? 

Una historia con resultado negativo

Haciendo memoria, en 1984, durante la Presidencia de Belisario Betancur, el Gobierno Nacional y las Farc acordaron una tregua que fue violada constantemente por falta de una verificación adecuada. (Lea: "El acuerdo alcanzado con las Farc es desafortunado": Lafaurie)

Para el año de 1987, bajo el mandato de Virgilio Barco Vargas, se dio por terminada la tregua ante las continuas violaciones de parte y parte, y en particular debido a la muerte de 27 soldados del Batallón Cazadores por un ataque de las Farc.

Posteriormente, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se comprometieron a un cese al fuego unilateral, pero en el trascurso de un solo año, entre 1989 y 1990, el Gobierno registró más de cien violaciones. Por esto, Barco Vargas concluyó que las Farc no tenían voluntad alguna de negociar y por esto no hubo proceso de paz con ellos.

Desde hace 14 años ha quedado claro que, en lo que concierne a las Farc y al ELN, los intentos de negociación han fracasado por las dificultades de respetar un cese al fuego.

Más recientemente, en diciembre de 2013 la guerrilla de las Farc anunció una tregua partir del 15 de diciembre y hasta el 15 de enero del presente año, pero fue violada en 4 ocasiones. Así lo señaló el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, Cerac, quien reveló que desde la primera semana de cese al fuego, el grupo guerrillero infringió su acuerdo. (Lea: Finaliza falsa tregua de las Farc en Colombia)

“En estas acciones registradas en el departamento de Antioquia, en los municipios de Amalfi, y Anorí, cuatro civiles y cuatro policías resultaron heridos", señaló el informe en ese entonces.

Un anuncio sin respaldo

Carlo Nasi, profesor del departamento de Ciencia Política dela Universidad de Los Andes, asevera que no se debe acordar un cese al fuego o una tregua bilateral entre las Farc y las Fuerzas Armadas del país, pues primero no funcionaría y segundo acabaría destruyendo el proceso de paz.

“Dados estos antecedentes, es impensable que el presidente Santos acepte una simple declaratoria de cese al fuego de las Farc, a menos que esta venga acompañada de mecanismos eficaces de verificación. ¿Cómo monitorear las violaciones al cese al fuego?”, se cuestiona Nasi.

Por su parte, María Alejandra Villamizar, directora del portal digital ConfidencialColombia.com, asegura que el anuncio realizado desde La Habana, trae unas decisiones coyunturales en términos políticos, sobre todo ad portas de las elecciones presidenciales. (Lea: ¿Por qué creerle a las FARC?)

“Tampoco hay que desestimar y perder de vista que estas decisiones del grupo guerrillero hacen parte de la correlación de Fuerzas Militares y políticas que corresponden a un escenario de proceso de paz”, añade Villamizar.

A su vez, Daniel Mejía, profesor e investigador de la Facultad de Economía y Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas de la Universidad de los Andes, califica el anuncio del cese al fuego como un cinismo por parte de las Farc.

“El miércoles (15 de mayo), utilizan dos "niños bomba" contra la Policía en el municipio de Tumaco, Nariño, y hoy quieren anunciar un cese al fuego. Caraduras”, asevera Mejía.

En la misma línea, Juan Carlos Vélez, senador de la República, fue enfático al asegurar que los actos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia tienen un tinte de procacidad con el país.  

“Eso de cese de hostilidades como plantea las Farc, no incluye el dejar de reclutar menores para la guerra. Recordemos lo que ocurrió en Tumaco”, escribe el congresista.

De esta forma, queda un sinsabor en el pueblo colombiano, el mismo que aplaude el cese al fuego, pero que repudia los hechos ocurridos en el municipio nariñense. Entonces, ¿las Farc que usa dos niños para sus actos vandálicos, son las mismas Farc que están hablando de Paz en La Habana? ¿Una vez acabe esta tregua de nuevo arremeterám contra la población?