Cuando el reelegido presidente comenzó su mandato en 2010 prometió poner a andar la agricultura, la minería, la vivienda, la innovación y la infraestructura. La marcha de esas locomotoras se estancó, ¿qué viene para este segundo mandato?

Juan Manuel Santos comienza un nuevo cuatrienio al frente de la Presidencia de Colombia y el balance de su primer periodo no es del todo satisfactorio. Cuando comenzó en el cargo, en 2010, el reelegido mandatario aseguró que podría en marcha 5 locomotoras para mejorar la economía y competitividad del país. Algunas arrancaron, otras no alcanzaron ni a salir de la estación. Conozca el balance.

CONtexto Ganadero presenta una radiografía de la gestión del Gobierno en sus áreas más estratégicas.

Agricultura: a media marcha

Aunque el Gobierno de Juan Manuel Santos ha tenido voluntad política para cambiar el statu quo de los campesinos en Colombia, los grandes paros agropecuarios y la falta de articulación de los 3 ministros que pasaron por la cartera, provocaron el descarrilamiento de esta locomotora.

Otro de los grandes pasos que dio en aras de reactivar el campo fue la aprobación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. No obstante, recuperar y restituir la tierra a los despojados es un reto gigante que tomará tiempo. Y más si faltan garantías para víctimas de las Farc.

Por último, el fortalecimiento institucional para el buen funcionamiento de este sector está en veremos. Aunque el exministro Juan Camilo Restrepo prometió una reingeniería de instituciones como el Incoder y del ICA, en esto no se ha avanzado en esto.

Vivienda: se varó a mitad de camino

Una de las deudas históricas de los gobiernos en Colombia ha sido la incapacidad de solucionar el problema estructural de vivienda en todo el territorio nacional. De acuerdo con diferentes estudios, el déficit supera el millón de casas.

Consciente de esto, y de que la construcción es un motor que genera empleo, Juan Manuel Santos se comprometió en 2010 a entregar 100 mil viviendas gratis para los más pobres, pero a mayo de 2014 solo había cumplido con 22 mil 868.

Frente a esto, si el Gobierno Nacional en su segundo periodo no se cura en salud y establece de manera transparente los criterios para escoger los beneficiarios, enfrentará duras críticas sobre populismo y se le acusará de utilizar la vivienda como fin político, como pasó en las elecciones del mes de junio.

Innovación: no ha prendido la máquina

Para el presidente Santos es claro que sin innovación no hay progreso. Pero su progreso en esta materia no se reflejó en nada durante estos 4 años. Al menos no para los colombianos de a pie. Aunque sí se reformó la ley de regalías, no se ha definido de manera puntual qué se quiere hacer con esta locomotora.

De acuerdo con una investigación realizada por el portal La Silla Vacía, esta punta de lanza de Santos solo ha ayudado al crecimiento de los bancos, pues el dinero no se ha movido de estas entidades.

Infraestructura: 4 años calentando motores

En Colombia no existe una sola obra de magnitud nacional en los últimos 30 años, lo que refleja dos problemáticas del país: la politización del sector de la infraestructura y los errores en la estructuración de los proyectos que suelen favorecer a los contratistas.

Aunque Santos aseguró que estaba calentando motores para poner en marcha esta locomotora, parece que la única que calentó fue la mermelada de vías terciarias que ayudó a 55 congresistas durante las elecciones pasadas.

Asimismo, la falta de acueductos terminados en municipios de Casanare, Chocó, Santander, Atlántico, Córdoba, La Guajira, entre otros, deja entrever que al igual que las vías, el Gobierno Santos apenas está calentando motores para iniciar su marcha. 

Minería: a todo vapor

La locomotora minera es la única que anda a todo vapor. Además de una producción récord, el Gobierno de Santos se la jugó con la reforma que le realizó a las regalías. Aunque hubo ganadores y perdedores, la ley es una herramienta útil y eficaz para combatir la inequidad y jalonar el desarrollo.

Uno de los dos rieles que no están en orden, es la ilegalidad. Este flagelo, que se convierte en la principal fuente de financiación de los grupos al margen de la ley y, como tal, combustible para perpetuar la violencia en el país, ha afectado a diferentes departamentos de Colombia, como Cauca, Tolima y Caquetá.

La otra falencia, con la cual el Gobierno de Juan Manuel Santos quedó en mora durante su primer mandado, fue la presentación del Código Mineropara dotar a este sector de un marco regulatorio, pues de nada sirve que esta locomotora marche a todo vapor, sin tener claro qué ‘carbón’ se le necesita para mantener su impulso.