El fin de semana se firmó el acuerdo por medio del cual ganaderos afiliados a Fedegán se comprometen a vender tres millones de hectáreas al gobierno para su propósito de reforma agraria.
Lo primero que hay que dejar claro es que las tierras son de ganaderos y no del gremio, por cuanto son ellos los que van a hacer la negociación con el gobierno.
El objeto del acuerdo es posibilitar la compraventa directa de tres millones de hectáreas de tierra por parte del Gobiernoa personas del sector ganadero que voluntariamente deseen venderlas. En todo caso el Ejecutivo también considerará otras fuentes para la adquisición de tierras y así cumplir el punto uno del acuerdo con las Farc.
Las tierras deben ser acreditadas como propiedad privada conforme a la Ley 160 de 1994, que no estén siendo cuestionadas por la institucionalidad de restitución, que no tenga ningún proceso agrario en curso ni medidas de protección y que cumplan con las disposiciones ambientales y agrarias y condiciones ecológicas.
Igualmente se estableció que el Ministerio de Agricultura y la Upra evaluarán la capacidad productiva de la tierra, se precisará la ubicación de los predios a escala municipal y veredal, con información de la Agencia Nacional de Tierras. (Lea: La promesa de valor del acuerdo entre el gobierno y los ganaderos)
“Se propenderá porque la adquisición de tierras se focalice en número de hectáreas que facilite la ejecución de proyectos productivos en escalas rentables”.
Las personas que deseen venderle al gobierno se comprometen a comercializar los predios por su valor comercial tal como lo dispone la Ley 160 de 1994 y el Instituto Geográfico Agustín Codazzi determinará precios mínimos y máximos de cada una de las ofertas y a esto se sumará el resultado del catastro multipropósito.
El gobierno asumirá los costos a los que haya lugar para materializar el respectivo negocio y el pago se efectuará con bonos de deuda pública u otra forma que determine el gobierno aunque no se dice cuál podría ser.
Así mismo, se indica que el Ministerio de Agricultura determinará la destinación específica de cada una de las tierras que compre.
Entre los compromisos del gobierno en el acuerdo está el coordinar con Fedegán y otras organizaciones la prestación de servicios de asistencia técnica, transferencia de tecnología y extensión agropecuaria para el desarrollo de proyectos productivos de ganadería sostenible, priorizando la implementación de sistemas silvopastoriles intensivos para la producción de carne y leche. (Lea: ¡Los ganaderos hacemos historia!)
También deberá desarrollar programas de acompañamiento para acceso al crédito, así como programas de asociatividad y apoyo a la comercialización, a través de la asistencia a los núcleos de productores.
Por su parte, Fedegán tiene, entre sus compromisos, apoyar la identificación y ubicación de los mayores núcleos territoriales de tierra disponible con áreas que permitan atender a un mayor número de campesinos carentes de tierra o con tierra insuficiente y que faciliten el desarrollo de proyectos ambientales sostenibles.
Así mismo, proponer los enfoques de ganadería sostenible, a partir de sistemas silvopastoriles intensivos, mediante la formulación de los proyectos productivos, acompañamiento técnico especializado, capacitación, monitoreo de variables productivas y ambientales.
Para la ejecución de este acuerdo se creará una mesa de trabajo que será liderada por el Ministerio de Agricultura, con la participación de la Agencia Nacional de Tierras, la Agencia de Desarrollo Rural y las diferentes entidades que tengan competencia para lograr su materialización y en la cual tendrán participación las personas que designe Fedegán.