En sus casi dos años de gobierno, el presidente Gustavo Petro ha sacado una serie de normas sin tener en cuenta el orden constitucional y por eso al final terminan cayéndose.
El balance lo hizo el columnista de CONtexto Ganadero, Miguel Ángel Lacouture, al presentar los resultados del Congreso de la República en sus dos primeros años que concluyeron el pasado 20 de junio.
Sostiene el experto que particularmente en la comisión séptima y en la de acusaciones, de la Cámara de Representantes, el gobierno ha encontrado un nicho de apoyo a sus idearios políticos y a sus insaciables apetitos burocráticos y de contratación.
Señala en su columna que la comisión séptima, se ha convertido en la puerta de entrada de reformas que pretenden socavar los cimientos de nuestra democracia republicana. Entre tanto, la comisión de acusaciones le sirve como barrera para detener las acusaciones contra Petro, debido al fuero presidencial, permitiéndole gobernar a su antojo a pesar de las pruebas objetivas formales y documentos públicos que podrían conducir a su suspensión, conforme al artículo 109 de la Constitución Nacional.
De las propuestas del gobierno pasaron la reforma pensional y la jurisdicción agraria, ambas con gravísimos vicios en su trámite y fondo, que podrían caer ante el examen de la Corte Constitucional, siempre y cuando tome decisiones basadas en lo constitucional y legal, y no en la vaguedad de la modulación de fallos. Todo a la postre termina erosionando la institucionalidad del país. (Lea en CONtexto ganadero: El gobierno desconoce los pilares básicos del orden legal y dicta normas que luego se caen)
En las fallas al presentar y poner en marcha ciertas medidas, de alguna manera ilegales, coincide el también columnista Álvaro Ramírez González, quien indicó que “vivimos un gobierno que no respeta reglas ni ordenamiento jurídico alguno, y un presidente que trabaja a punta de ocurrencias. Un gobierno aliado de narcotráfico y grupos terroristas que ha metido al país en un brutal baño de sangre mientras predica la paz total”.
Para el experto este es un “gobierno pésimo ejecutor, con un gabinete de incompetentes y un staff de ladrones que están en la feria del saqueo. Una economía que se desinfla todos los días y que para el fin de este mandato deberá estar marcando una dura recesión. Y unas finanzas públicas también en caída libre”.
En lo jurídico
Para Lacouture, un éxito del gobierno ha sido a través de la presión ciudadana, que llevó a la Corte Suprema de Justicia a nombrar a la ternada por el presidente a la fiscalía general de la Nación, a pesar de los intereses personales que el ternante tiene sobre las decisiones que en el futuro tomará. (Lea en CONtexto ganadero:
No obstante, sostiene, la independencia de la jurisdicción se ha hecho sentir en diferentes decisiones que han permitido cortar, aunque a destiempo, los efectos de las decisiones de la administración.
Es el caso de la pérdida de vigencia de leyes como la que creó el Ministerio de la Igualdad, o el decreto legislativo que creó el estado de excepción en La Guajira, y un ejemplo más es el de la contratación con juntas de acción comunal. (Lea en CONtexto ganadero: Aumenta la burocracia: nace el Ministerio de la Igualdad y la Equidad)
Asegura Lacouture que la administración de este gobierno se ejerce bajo la presunción de legalidad. Son constantes y protuberantes las faltas contenidas en los actos que emanan de la Presidencia, realizados con conocimiento de causa, violando deliberadamente la Constitución y las leyes que juraron cumplir, para cometer arbitrariedades durante la vigencia de la norma hasta que la jurisdicción ejerza el control constitucional.
También el columnista se refiere a los organismos de control que están ejerciendo su función férrea en protección de la Constitución y la Ley en sus actuaciones. Sin embargo, el embate contra sus otrora opositores en los campos de batalla, con quienes se ha ensañado en búsqueda de construir unas Fuerzas Militares y Policía, con alfiles y peones considerados aliados, es evidente.
Concluye indicando que el temor es que el presidente al no poder ejecutar lo planeado, se escuda en un poder constituyente minoritario y violento para justificar sus cruzadas.