Ante la relativa tranquilidad con la que ha avanzado el paro, en comparación al vivido en agosto del año pasado, los voceros del agro han recurrido a encadenarse en las plazas para llamar la atención tanto del Gobierno como de la sociedad civil.
Dos semanas cumple al paro agrario y pocos avances se han logrado en las mesas de negociación en las que están representantes de los campesinos y el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde. El meollo del problema está en la situación económica de los productores, quienes deben varios millones a las corporaciones bancarias, lo cual tiene a muchos en procesos jurídicos ante la falta de recursos para cancelar las obligaciones. (Lea: Pachón critica "falta de voluntad" de Gobierno para negociar)
No obstante, ante la tranquilidad con la que se ha vivido el paro, salvo algunas excepciones en Huila, para los dirigentes que representan a los marchantes, el Gobierno no se ha tomado con la seriedad que se merece las movilizaciones, ni las peticiones hechas por las diversas voces del sector rural, razón por la cual han recurrido a encadenarse para llamar la atención del Ejecutivo.
Así se lo hizo saber César Pachón, dirigente de Dignidad Agropecuaria, a este diario. Desde un comienzo voceros del campo estaban pidiendo una hoja de ruta clara y que en la mesa estuvieran los garantes del proceso, para así poder tomar las decisiones necesarias y no tener que esperar la respuesta varios días después. (Lea: Aumentan pérdidas de los lecheros por cuenta del Paro Agarario)
“Esa falta de seriedad del Gobierno en el proceso nos indigna a nosotros como representantes del agro, además rechazamos los atropellos que han cometido los uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, con los campesinos que están protestando de forma pacífica en las diversas regiones del país”, expresó Pachón.
No obstante para Edilia Mendoza, representante de la Mesa de Unidad Agraria, además del poco interés mostrado por el Gobierno y el constante llamado a los productores para que lleven a cabo sus movilizaciones de forma pacífica, la sociedad colombiana también se ha mostrado indiferente a la problemática del agro. Para la dirigente son pocos los que se han unido a los cacerolazos convocados en las diversas capitales, mientras que el resto miran la situación desde la barrera de la indiferencia. (Lea: Garzón reclama al Gobierno una verdadera política agropecuaria)
“Nosotros no hemos recurrido a las vías de hecho porque nuestra única herramienta es el machete y es el que usamos en nuestro trabajo diario, pero si nos parece pertinente que la sociedad colombiana pose sus ojos sobre la crisis que vive el sector agropecuario, porque somos una población de 15 millones de personas las que vivimos del campo y las que carecemos de productividad, tecnología, servicios públicos, por eso necesitamos el apoyo de todos”, expuso Mendoza.
Ante esta indiferencia que señaló la representante de la Mesa de Unidad Agraria, José Luis Fernández, historiador de la Universidad Javeriana aseguró que la situación del campo se puede abordar desde 2 miradas, la del campo y la ciudad. (Lea: “Sector agro se derrumba y Santos de rumba”: Marta Lucía Ramírez)
“En las capitales pocas veces hay carencia de alimentos, porque en el imaginario de la gente está que los únicos que están protestando son los cebolleros o paperos, pero no es así, hay más sectores involucrados. Pero esta apatía es porque nunca tienen problemas para conseguir los comestibles, solo importa que lleguen a la mesa. Mientras que en los pueblos, cualquier problema que se presente se siente y todos saben cuál es el origen y cómo los afecta”, argumentó Fernández, quien amplió y sostuvo que los Tratados de Libre Comercio, no pueden ser negociados desde las ciudades, porque desde ellas no se conoce realmente el impacto que estos acuerdos dejan, caso contrario al campesino quien es el que percibe de inmediato los efectos negativos.
En tanto, Santiago Duque, sociólogo de la Universidad Nacional, cree que no es apatía o indiferencia de la sociedad colombiana ante el paro agrario, ya que a su juicio la población se siente conforme o derrotada ante el momento actual que vive el país, razón por la cual no hacen nada para que la situación tome un nuevo rumbo. (Lea: Acusan al Gobierno de no tomarse en serio el Paro Agrario)
“Lo ideal es que todos nos paráramos y lucháramos por los derechos que nos están siendo vulnerados, pero para mí es muy complicado que eso ocurra, a no ser de que se presente una revolución violenta, o algo similar a lo que hizo Gandhi, lo triste es que la gente no es consciente de que pueden hacer todo para cambiar el futuro, pero no hacen nada para que así sea”, puntualizó Duque.
Por ahora las negociaciones con el Gobierno no concluyen, los campesinos siguen esperando ponerle punto final a unos diálogos que solo parecen importarles a ellos y que solo pretenden encontrar mejores condiciones para su trabajo diario.