Los productores del campo han sido pilar del desarrollo económico y social del país. Sin embargo, han enfrentado a lo largo de los años enormes retos, desde la violencia hasta la falta de apoyo institucional, pero han logrado mantenerse firmes y continuar su labor, generando empleo, alimentos y desarrollo para las regiones. (Lea en CONtexto ganadero: Gobernador de Santander habla sobre la posibilidad de producir urea, la seguridad y las vías)
La sensación de abandono y desprotección es cada día mayor por la persistente violencia, y por la falta de respaldo efectivo por parte del Estado colombiano.
Alirio Barrera, senador y ganadero, ha expresado en diversas ocasiones su preocupación por la grave situación que atraviesa este sector y ha sido uno de los más firmes defensores de los derechos de los productores rurales. Según Barrera, la relación entre el Estado y los productores ha cambiado, y ahora el gobierno ve al ganadero y agricultor como un enemigo, en lugar de reconocerlos como los verdaderos hacedores de patria.
Asegura que los ganaderos y agricultores han desempeñado un papel esencial en la economía del país, pues no solo abastecen de alimentos las ciudades y regiones, sino que han sido motores de desarrollo en áreas rurales, generando empleo y contribuyendo a la seguridad alimentaria.
En regiones donde el Estado tiene una presencia débil, estos productores han asumido roles fundamentales, como la creación de infraestructura básica, la educación de sus comunidades y la promoción de la cohesión social, pues las zonas rurales han sido tradicionalmente escenarios de confrontación entre diversos grupos armados ilegales, que han afectado gravemente la vida de los productores.
De acuerdo con el senador Barrera, en lugar de contar con una política pública sólida que los apoye, los ganaderos y agricultores han experimentado una creciente indiferencia por parte de las autoridades, y en lugar de fortalecer los mecanismos de protección y de incentivo para la producción, el Estado ha optado por políticas que, según Barrera, los coloca en una posición vulnerable. Este sentimiento de abandono se ha visto reflejado en la falta de garantías de seguridad, en el desamparo institucional frente a la violencia y en la desprotección jurídica ante las amenazas que enfrentan.
Uno de los aspectos más preocupantes, señala Barrera, es la relación directa entre violencia y el deterioro de las condiciones para los productores. Las amenazas constantes, los secuestros y las extorsiones han puesto en jaque a los ganaderos, que se ven obligados a asumir costos adicionales para proteger su vida y su propiedad.
En respuesta a esta situación, Alirio Barrera ha propuesto la presentación de una serie de proyectos ante el Congreso de la República que buscan abordar las necesidades urgentes del sector agropecuario. Barrera, quien ha vivido toda su vida en el campo y conoce de cerca las dificultades que atraviesan los productores, ha manifestado su compromiso en trabajar para que los congresistas comprendan la magnitud de la crisis y la necesidad de un cambio estructural en la relación del Estado con los productores rurales. (Lea en CONtexto ganadero: Uribe en el Congreso Ganadero, ¿hacia dónde va la seguridad y la paz en Colombia?)