Representantes del agro, la salud, justicia, minería, indígenas, transportadores y docentes, salieron a protestar durante los 4 años del mandato de Juan Manuel Santos, todos exigiendo soluciones y mayor atención para su sector. ¿Qué motivó a que las marchas proliferaran en estos 4 años?, CONtexto Ganadero le explica.
A menos de una semana de las elecciones presidenciales, el país está inmerso en las protestas sociales. El segundo paro agrario en menos de 1 año recién empieza a encontrar salidas, los maestros del país se vieron forzados a movilizarse, y como ellos han sido muchos los sectores que ante el abandono y descuido del Gobierno no han encontrado una mejor manera que la protesta social, como mecanismo para lograr obtener algo de atención y especialmente soluciones. (Lea: Pacto Nacional Agrario, una cita sin ruana)
CONtexto Ganadero hace un recuento de los paros que enfrentó el país y las razones por las cuales se llevaron a cabo, según la visión de varios expertos en materia política que fueron consultados por este diario.
El agro no aguantó más
Con la estructuración y planeación del Pacto Agrario, se dio fin al primer paro agropecuario que se llevó a cabo entre agosto y septiembre de 2013.
Esa propuesta, más la destinación del 4x1.000 para el agro, con lo que el presupuesto aumentaría a $3.2 billones, serían las fuentes de recursos con los que según el Gobierno el campo nacional saldría de la crisis en que se encuentra. No obstante, la propuesta se quedó en mesas de trabajo, las dificultades económicas de miles de productores de café, papa, arroz, tomate, cebolla, entre otros, siguieron, lo que los obligó a salir otra vez a marchar y exigir soluciones reales en favor del campo colombiano. (Lea: Entre protestas, bloqueos y heridos transcurre paro cafetero)
Los temas de las protestas, que esta vez no han llegado a vías de hecho, son las mismas: costo de insumos, revaluación de créditos, subsidios, entre otros. El ministro ha estado recorriendo las ciudades en las que se concentran las manifestaciones pacíficas y aunque de a poco ha logrado ir desmontando el paro, el eco de los reclamos persiste y la incredulidad de los productores sin duda le pasará cuenta de cobro a Santos en las urnas.
El olvido del Catatumbo y los indígenas
Uno de los bloqueos más largos que se presentó durante el mandato de Juan Manuel Santos fue el que organizaron los campesinos del Catatumbo, en Norte de Santander. Allí, durante 53 días, los labriegos y habitantes de la región, quienes aseguraron sentirse abandonados ante la falta de infraestructura vial, atención en salud, educación, desarrollo sostenible y un alto grado de pobreza, obligaron al bloqueo de la zona conformada por los municipios de Tibú, Hacarí, Teorama, San Calixto, El Tarra, Cáchira, y Convención. (Lea: Reanudan diálogos entre Gobierno y campesinos de Catatumbo)
La creación de una Zona de Reserva Campesina, la suspensión de la erradicación de cultivos de coca y marihuana, proyectos productivos de sustitución, subsidios, entre otros requerimientos, venían siendo demandados por los habitantes de la región.
Por su parte, la minga indígena que convocó a más de 10 mil nativos del Cauca, le manifestaron al Gobierno su inconformidad en cuanto al manejo que el Estado le dio a temas como el territorio; política minero-energética; sistemas propios de los pueblos indígenas; política agraria y tratados de libre comercio; el tema de la paz, derechos humanos y conflicto armado. (Lea: Tras acuerdo entre Indígenas y Gobierno, finalizó la minga)
Las movilizaciones fueron levantadas, tras un acuerdo entre los manifestantes y el ministro del Interior, Aurelio Iragorri, luego de que se destinaran recursos para la compra de unos terrenos en favor de la población de Piendamó, en Cauca, no fueran judicializados los protestantes y se firmara un compromiso en favor del fortalecimiento de las guardias indígenas.
La formalización de los mineros, otro foco de paro
2013 podría haberse denominado como el año de los paros. Uno de los sectores que no dudó en movilizarse fue el de la minería. Durante más de 40 días, los mineros rechazaron las acciones ejecutadas por el Gobierno en aras de retirar a aquellas personas que venían trabajando en esta actividad desde tiempos ancestrales, además de destruir la maquinaria que estaban utilizando para extraer diversos minerales como el oro. (Lea: Más de 200 mil mineros se unen al paro nacional)
Solo luego de fuertes enfrentamientos registrados entre mineros y la Fuerza Pública, el Gobierno accedió a hilvanar varios acuerdos con los manifestantes, como fue la formalización de la actividad minera, no interceptar las máquinas usadas hasta que no se demostrara que eran usadas en la explotación en zonas prohibidas, y el respeto de la actividad en aquellas zonas en donde la población siempre se ha dedicado a la minería.
El ACPM y los fletes, el dolor de cabeza de los camioneros
Uno de los sectores de la economía nacional más inconformes durante estos 4 años ha sido el transportador. En varias ocasiones los encargados de movilizar alimentos, animales, comida y otros elementos manifestaron su desacuerdo ante los constantes aumentos en los precios de los combustibles, lo cual encarecía su actividad. (Lea: Gobierno y camioneros logran acuerdo, congelan precios de Acpm)
Para levantar el más reciente paro, que tuvo lugar en septiembre de 2013, el Gobierno congeló los precios del combustible usado por los transportadores de carga, además fueron sometidas a análisis las exigencias con respecto a la revisión técnico-mecánica y la capacitación de los conductores en el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena. Además, de mejorar la tabla de fletes y darle facilidades al dueño del camión para que acceda a créditos para poder modernizar su vehículo.
60 días duró paralizada la Rama Judicial
Inconformes con los salarios devengados, los miembros de la Asociación Nacional de Funcionarios y Empleados de la Rama Judicial, Asonal Judicial, tuvo paralizados los juzgados y despachos de todo el país, hasta que no lograron que se reajustaran sus emolumentos. (Lea: “Santos ha sido imprudente, torpe y apresurado frente al paro”, El País)
Para lograr el fin del bloqueo en la los procesos que se venían desarrollando, el Ministerio de Justicia se comprometió a que durante los próximos 5 años, a partir de 2012, los jueces y empleados de la Rama tendrán aumentos que llegarán al 100% frente a su asignación básica de ese año. Esto, sin contar con las primas y bonificaciones que en algunos casos aumentan hasta en un 30% sus ingresos mensuales.
Educación, en cuidados intensivos
Los médicos y educadores del país también manifestaron su descontento ante el manejo que el Gobierno de Santos le ha dado a tan importantes sectores. En el caso de la salud, la aprobación de la reforma al sistema por parte del Senado generó ampolla entre los especialistas de la materia, lo que motivó multitudinarias movilizaciones en gran parte del territorio nacional, en muestra de la inconformidad que generaron las modificaciones hechas por la cartera encargada y la aprobación hecha por los parlamentarios. (Lea: Cuál paro? Cuál presidente?)
Pasó el tiempo y las protestas y los mismos senadores han provocado que se restrasaran los debates correspondientes y que sea tema para la siguiente legislatura.
Los maestros pasan al Gobierno al tablero
Los últimos en entrar en paro fueron los docentes agremiados a la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, quienes le pidieron al presidente, una revisión en materia salarial, ante los bajos sueldos que perciben, los problemas en materia del contrato de salud y que se realice una suspensión de las evaluaciones por competencias.
Cerca de 330 mil educadores salieron el pasado miércoles 14 de mayo a las principales capitales del país a exigir una revisión de estos 3 puntos.
Ante esta oleada de paros, protestas e inconformidades, Federico Hoyos, Politólogo de la Universidad EAFIT y columnista de varios medios nacionales, aseguró que el exceso de protestas es el reflejo de la distancia que tomó el Gobierno de Juan Manuel Santos con las regiones, los diversos sectores de la economía y gremios productores, ya que todo se manejó desde la capital y fue poca la cercanía entre el Estado y las diversas instituciones, las cuales acudieron a este tipo de protestas, unas pacíficas, otras no tanto, para manifestar su inconformismo. (Lea: 1.027 protestas le costaron $1,8 billones al país en 2013)
“La gente venía acostumbrada a un mandatario como fue Álvaro Uribe, quien cada semana recorría las diversas regiones, escuchaba los problemas de la población que visitaba, llevaba a los ministros para ofrecer soluciones, por eso todos sentían que el presidente era cercano. Pero durante el periodo de Juan Manuel Santos, él se alejó por completo de la provincia y mandó siempre desde la capital, es decir fomentó el centralismo, por lo que los gremios vieron en los bloqueos la forma para que se les prestara la atención que demandaban”, argumentó Hoyos.
Por su parte, Patricia Muñoz, directora de la especialización de Opinión Pública y Mercadeo Político de la Universidad Javeriana, señaló que la coyuntura en la que se encuentra el país y el presidente Santos, viene siendo aprovechada por diversos sectores, ya que ante la llegada de un proceso electoral y el acercamiento de los opositores del primer mandatario, es tiempo propicio para que haya favorabilidad para expresar los inconvenientes que se presentan actualmente. (Lea: “Productores siguen desilusionados con el Gobierno”, SAC)
“Indudablemente están buscando beneficios que el Gobierno puede conceder en los momentos álgidos, con el ánimo de aplacar la opinión pública, ya que el presidente toma muy en cuenta estos procesos y más cuando su campaña en favor de la reelección no ha sido del todo favorable y sus contendores le empiezan a recortar la ventaja que tenía”, puntualizó Muñoz.
Las urnas terminarán siendo jueces de Juan Manuel Santos, lugar al que acudirán los colombianos el próximo 25 de mayo para elegir al presidente del país para el periodo 2014-2018.