La toxemia de gestación se presenta cuando las ovejas experimentan dificultades para mantener un equilibrio energético adecuado. Esto se traduce en síntomas nerviosos y postración, afectando negativamente tanto a la madre como a los corderos.

Este fenómeno, aunque más frecuente en gestaciones múltiples, también puede afectar a ovejas mal alimentadas con un solo cordero, señalaron Mayayo y otros de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza. (Lea en CONtexto ganadero: Enfermedades podales afectan seriamente a los ovinos)

Factores predisponentes de la toxemia en ovejas

Diversos factores pueden predisponer a las ovejas a desarrollar toxemia de gestación, entre ellos:

• Factores nutricionales: Escasez de alimento al final de la gestación o raciones desequilibradas.
• Factores estresantes: Condiciones meteorológicas adversas o transporte prolongado.
• Factores inherentes al animal: Problemas de salud como mala dentición, parasitosis o hepatopatías.

Causas y desarrollo de la enfermedad

La toxemia de gestación se origina en un desequilibrio del metabolismo energético debido a la incapacidad del animal para satisfacer la alta demanda de glucosa durante la gestación.

Esto se agrava cuando hay escasez de oferta de glucosa debido a deficiencias nutricionales o problemas en la absorción y utilización metabólica. La gestación múltiple y la reducción de la capacidad de ingesta al final de la gestación también contribuyen al desarrollo de este trastorno.

Cuadro clínico y diagnóstico

Los signos clínicos de la toxemia de gestación son progresivos e incluyen apatía, torpeza, pérdida de reflejos y dificultades para caminar. La enfermedad puede llevar a la oveja a la postración y, en casos graves, a la muerte.

De otro lado, Ruminews reveló que otros signos clínicos son la anorexia, letargo y falta de respuesta a estímulos. El animal adopta posturas atípicas y es común el rechinar de dientes. En las últimas etapas se produce un incremento de la frecuencia respiratoria, contracciones musculares anormales y episodios convulsivos.

El diagnóstico se basa en una anamnesis detallada, examen clínico y, en algunos casos, análisis bioquímicos que revelan hipoglucemia e hiperacetonemia (concentración de cuerpos cetónicos en la sangre, superior a la normal).

Pronóstico y tratamiento

El pronóstico de la toxemia de gestación depende del estado en el que se encuentre la enfermedad al momento del diagnóstico. El tratamiento, eficaz en las fases iniciales, incluye la corrección de la acidosis metabólica, el metabolismo y la insuficiencia hepática.

En casos avanzados, el pronóstico puede ser menos favorable, especialmente si se desarrolla una encefalopatía hipoglucémica irreversible. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca acerca de las bondades de los ovinos)

Medidas de prevención

La prevención de la toxemia de gestación implica ajustar la alimentación de las ovejas según su estado fisiológico y número de fetos, evitando tanto la escasez como el exceso de alimentación. Además, se deben evitar factores estresantes, proporcionar refugio adecuado y mantener un programa sanitario eficaz.