El búfalo de agua se considera una alternativa rentable dentro de las producciones pecuarias dada la resistencia a enfermedades, la longevidad, la alta capacidad reproductiva y la capacidad de consumir forrajes de baja calidad y convertirlos en carne y leche con altos contenidos de nutrientes, lo que le confiere una relevancia para procesos industriales posteriores.
De acuerdo con Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero elaborado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), dentro de las características anatómicas y fisiológicas el búfalo tiene la capacidad de consumir algunos forrajes diferentes a los que consume el vacuno, forrajes en estados avanzados de edad, más lignificados y oscos y en diferentes estados de crecimiento, esto gracias a una serie de características en su tracto gastrointestinal como una mayor longitud y capacidad, mayor cantidad de masticaciones y rumias y más contracciones ruminales.
La fermentación ruminal es muy completa por la cantidad de bacterias celulolíticas, proteolíticas, amilolíticas y lipolíticas que habitan en el rumen, lo que permite aprovechar estos forrajes de menor calidad. Todo esto hace que la síntesis de proteína microbiana, el pH ruminal y el reciclaje de nitrógeno, al igual que la digestibilidad y degradación de los nutrientes sea muy eficiente por parte de los búfalos lo que le confiere la capacidad de consumir alimentos fibrosos de baja calidad, con niveles bajos de proteína y energía.
En trabajos realizados por Asobúfalos han determinado que muchas bufaleras del país cuentan con praderas que tienen bajos contenidos de proteína cruda, con forrajes que presentan valores incluso inferiores al 4 % y otros que poseen alto contenido de fibra detergente neutra y fibra detergente ácida con valores por encima del 70 % y el 39 % respectivamente. (Lea en CONtexto ganadero: Búfalos, una opción eficiente para la ganadería regenerativa)
También es muy común encontrar forrajes cuyo contenido de energía neta está por debajo de las 0,8 megacalorias. El fibrobacter succinogenes, principal bacteria celulolíticas del rumen bufalino, no necesita de nitrógeno amoniacal para su crecimiento, esta diferencia es fundamental al momento de comparar la alimentación de un búfalo y un vacuno pues los búfalos permiten aprovechar los forrajes de baja calidad.
El pastoreo
Los búfalos tienen un menor espacio interdental que el vacuno, lo cual es una ventaja pues genera un pastoreo más amigable y menos a ras, facilitando la recuperación más rápida de las pasturas. Por otro lado, al momento de hablar de alimentación con pastos en búfalos es importante mencionar el consumo de materia seca de estos animales un búfalo debe consumir alrededor de 2,5 % de su peso vivo en materia seca o alrededor de un 13 a 15 % de pasto verde según el peso del animal.
Por esta razón una de las principales limitantes que se encuentran en muchas empresas bufaleras es la disponibilidad de pasto que supla el requerimiento de materia seca o pasto verde por día. Por tanto, se hace necesario en el manejo de los búfalos garantizar una rotación de potreros donde estos permanezcan muy poco tiempo en ellos, máximo 5 días y con un tiempo suficiente de descanso para garantizar la disponibilidad de forraje cada vez que los animales ocupen los potreros.
Es importante mencionar que un potrero tropical, bajo el cual pastorean los búfalos debe tener una composición botánica que garantice no solo la calidad sino también el aporte de biomasa suficiente para cubrir el requerimiento de estos animales. Una composición de 70 % de gramineas 25 % leguminosas y hasta un 5 % de arvenses es ideal para el buen manejo de la alimentación en pastoreo. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca algunas diferencias y similitudes entre búfalos y vacunos)
En conclusión, la rotación de las praderas y el manejo nutricional que le demos a los búfalos debe guardar una relación directa con los requerimientos nutricionales de ellos sin olvidar que gracias a sus características los búfalos nos permiten utilizar aquellos forrajes y aquellos potreros que tienen unas características menos favorables y que los vacunos no aprovecharían de manera adecuada.
Las características físicas y fisiológicas de los búfalos les permiten alimentarse con forrajes oscos de menor calidad lo que reafirma la propuesta de ser una línea de producción complementaria a la ganadería vacuna.
Es importante tener en cuenta que los búfalos requieren no solamente una cantidad de proteína y de nutrientes en general provenientes de su dieta de buena calidad, sino que también requieren un volumen de biomasa en general diaria que oscila entre 13 y 15% de su peso vivo.